Cinco trucos legales para pagar menos impuestos si eres autónomo

Existen algunos mecanismos legales que permiten aliviar la carga fiscal a la que está sometido el colectivo de los autónomos

Cinco trucos legales para pagar menos impuestos si eres autónomo

Paga menos impuestos si eres autónomo

Los autónomos en España dependen de su propia cuota de ingresos; es decir, no disponen de una nómina a final de mes ni son empleados asalariados de ninguna compañía. Ellos son su propia empresa y, por tanto, han de afrontar todos los pagos en función de su rendimiento mensual, además de abonar la correspondiente tasa por estar inscrito en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

Por tanto, existen algunos trucos, todos dentro de la legalidad, que permiten aliviar en la medida de lo posible la carga fiscal a la que está sometido el colectivo de los autónomos. Se tratan de unas pautas para reducir notablemente las cuantías que se han de abonar a la Agencia Tributaria en materia del Impuesto Sobre las Personas Físicas (IRPF) a la hora de hacer la declaración de la renta en España. Simplemente se trata de aplicar unos ajustes y acceder a las deducciones disponibles.

Trucos para pagar menos IRPF si eres autónomo

La campaña de la declaración de la renta en España ya está en marcha. Desde el pasado dos de abril y hasta el próximo 30 de junio, los millones de contribuyentes en España deberán rendir cuentas ante la Agencia Tributaria para declarar los ingresos obtenidos durante el pasado año fiscal a través del pago del IRPF. Este año, a pesar de los esfuerzos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, liderado por Yolanda Díaz, Hacienda ha confirmado que los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital también deberán realizar esta declaración.

Por ello, tanto a la hora de presentar la autoliquidación trimestral como a la hora de presentar la declaración de la renta anual, los autónomos están en vilo porque no saben cuánto van a tener que pagarle a Hacienda, y si dispondrán de liquidez suficiente para ello. No obstante, existen una serie de pautas para que el ‘palo’ de la Agencia Tributaria sea lo más leve posible acogiéndote a medidas legales.

A la hora de pagar el IRPF de los autónomos, lo que tiene en cuenta Hacienda son los rendimientos netos de la actividad, que se obtienen al restar a los ingresos totales las deducciones que puedes aplicarte. Por tanto, son deducibles aquellos gastos que son necesarios para que puedas llevar a cabo tu trabajo.

Pero no todos los autónomos pueden deducirse los mismos gastos. Por eso, lo esencial es empezar conociendo bien las deducciones que puedes aplicar en tu actividad. Porque cuantos más comedidos sean tus rendimientos netos, menor será el tramo de IRPF que se te va a aplicar.

De acuerdo con la legislación, se pueden emitir facturas hasta el día 15 del mes siguiente a aquel en el que has prestado el servicio, por tanto esto puede ayudar a ahorrar IRPF cuando está cerca el final del ejercicio fiscal. Durante el mes de Diciembre revisa bien tus cuentas y calcula tus rendimientos netos. Si sumar las ganancias del último mes del año te puede llevar a saltar de tramo en el IRPF, quizá sea más inteligente demorar la facturación hasta Enero.

Esto implica que los últimos trabajos del año ya contarán como ganancias del año siguiente. Además, dado que enero suele ser un mes de trabajo bastante tranquilo en muchos sectores, la facturación que retrasas compensará a la que no tendrás durante el primer mes del año.

La jubilación es siempre motivo de preocupación para quienes trabajan por cuenta propia. Por tanto, para evitar tener esa preocupación y ahorrar un poco en materia de IRPF, puede ser buena idea abrir un plan de pensiones y empezar a ahorrar.

Este producto disfruta de una desgravación fiscal, que hora mismo son 1.500 euros al año, pero esta cifra ha estado reduciéndose en los últimos tiempos.

La cotización por ingresos reales está en marcha desde principios de 2023, por lo que es más sencillo hacer el cambio de cotización y ajustarlo a lo que realmente estás ingresando. Por un lado, este es un gasto desgravable a efectos del IRPF, así que cuanto más se pague a la Seguridad Social, menos le pagarás a Hacienda.

Por otro lado, al cotizar más también mejora el nivel de protección. Se obrará más pensión de jubilación cuando llegue el momento de retirada del mercado laboral, pero también se recibirá una prestación más alta si se tiene que estar de baja médica o se tiene derecho a la prestación por maternidad o paternidad.

Los seguros que están vinculados con el ejercicio de una actividad profesional también contribuyen a reducir la base imponible de la declaración. Así, un seguro médico o de salud puede deducir hasta 500 euros al año. Además, trabajador un autónomo no se puede permitir estar de baja durante mucho tiempo, tiene que recuperarse lo antes posible.

Otros seguros que también pueden deducir son el responsabilidad civil (cuya contratación en ciertos casos es, además, obligatoria) o el seguro de vida. Con estos productos se ahorra IRPF y a la vez se invierte en protección.

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