El ciclismo adaptado es una de las pruebas más populares que existen dentro de la programación de los Juegos Paralímpicos, que para la edición de 2024 va a contar con un total de 22 deportes, entre los que se incluye la natación, el rugby o el atletismo, y 549 competiciones en total. Para el ciclismo España cuenta con siete deportistas clasificados, entre los que encontramos a:
- Alfonso Cabello Llamas (C5)
- Luis Miguel García-Marquina Cascallna (H3)
- Sergio Garrote Muñoz (H2)
- Pablo Manuel Jaramillo Gallardo (C5)
- Damián Jaime Ramos Sánchez (C4)
- Eduardo Santas Asensio (C3)
- Ricardo Ten Argiles (C1)
El ciclismo adaptado o ciclismo paralímpico es un deporte que deriva del ciclismo, que es específicamente adaptado para facilitar su práctica por ciclistas con discapacidades físicas que le impiden el uso de bicicletas convencionales. Debemos de tener en cuenta que según el tipo de vehículo que utilice el ciclista, pertenecerá a una categoría o a otra. Además, hay que saber que existen dos modalidades diferentes, entre la que se encuentra el ciclismo en pista y el ciclismo en ruta. La modalidad de carretera se introdujo en los Juegos Paralímpicos de 1984, mientras que los eventos de ciclismo en pista forman parte del programa paralímpico desde Atlanta 1996.
Categorías de ciclismo adaptado
Si atendemos las diferentes categorías que existen de ciclismo adaptado, el Comité Paralímpico Español (CPE) informa que los deportistas se dividen en trece clases, representadas por una letra que identifica el tipo de bicicleta que se utiliza (B, C, H o T) y por un número, en función del grado de discapacidad. Cuanto más bajo es el número, mayor es la afectación funcional:
- B: tándems para corredores ciegos y con discapacidad visual acompañados de un piloto sin discapacidad.
- C1 a C5: bicicletas convencionales para ciclistas con discapacidad física o parálisis cerebral.
- H1 a H5: bicicletas de mano para deportistas con lesión medular o amputaciones que no pueden utilizar las piernas para pedalear.
- T1 y T2: triciclos para ciclistas cuya discapacidad afecta a su equilibrio.
En este artículo vamos a desarrollar como es cada vehículo y la historia que tiene detrás este deporte, que lleva siendo paralímpico más de 40 años.
Modalidades de ciclismo adaptado
El ciclismo adaptado tiene dos modalidades diferentes, como son el ciclismo adaptado en ruta y el ciclismo adaptado en pista. Vamos a empezar hablando del ciclismo en pista que a su ven de divide en tres tipos de pruebas:
- Contrarreloj
- Persecución individual
- Tándem o esprint por equipos.
En el ciclismo en pista se pueden utilizar dos tipos de bicicletas, como son las convencionales y los tándems, siendo una bicicleta para cada tipo de discapacidad, adaptada a las necesidades del atleta. Para el ciclismo en pista se tiene en cuenta las discapacidades visuales, amputaciones de miembros superiores o inferiores y discapacidades físicas equivalentes que limiten el movimiento de los miembros superiores o inferiores (como parálisis cerebral o hemiplejia). Para ello se utiliza la letra C (=ciclo) o B (discapacidad visual o ceguera). Además, se le añade un número del 1 al 5. Los atletas con un miembro amputado o una discapacidad que afecta a la función motora, siendo 1 la mayor discapacidad y 5 la más leve. El tándem se asocia siempre a la letra VI o B para los atletas con una discapacidad visual.
Por su parte, el ciclismo en ruta se desarrolló a principios de la década de 1980 como ciclismo en tándem para atletas con discapacidad visual, con un piloto vidente al frente. Ese fue su punto de partida, pero el deporte ha ido creciendo hasta dar cabida a otras discapacidades, ampliando el tipo de bicicletas utilizadas, como son las bicicletas convencionales, hand bikes, triciclos y tándems. Según el tipo de discapacidad, el deportista tendrá un vehículo diferente, adaptado siempre a las necesidades del deportista.
Desde el Comité Paralímpico Internacional (CPI) señalan que las distancias de competición tienen en cuenta las capacidades de las diferentes clasificaciones de los atletas según su discapacidad. Las carreras en ruta se disputan en distancias comprendidas entre los 78 y los 125 kilómetros para tándems, 37 y 80 kilómetros para handyciclos, 48 y 100 kilómetros para bicicletas y 26 y 40 km para triciclos. En la carrera de relevos, los equipos mixtos están formados por tres atletas que deben dar dos o tres vueltas cada uno, dependiendo de la longitud del recorrido. Los contrarrelojes se celebran en un recorrido de entre 10 y 40 kilómetros , según la categoría de los atletas.
En el caso del ciclismo en ruta, existen las 4 categorías que hemos visto anteriormente, con números del 1 al 2 o del 1 al 5, siendo 1 la mayor discapacidad y 5 la más leve.
Tipo de vehículo para el ciclismo adaptado
Anteriormente hemos mencionado que existen cuatro tipo de vehículos diferente, tanto para la categoría masculina, como para la femenina. Todos los vehículos que se pueden utilizar son accionados mediante pedales y transmisión por cadena. Según el vehículo que se utilice el ciclista correrá en una categoría o en otro, diferenciando entre (B, tándem C, bicicleta convencional, H, hand bike, o T, triciclo).
El primero de ellos sería una bicicleta convencional, tal y como la conocemos, que en ocasiones puede contar con alguna adaptación para corredores amputados. En este caso, se le llama bicicleta adaptada, que son bicicletas convencionales con algún tipo de adaptación mecánica para poder ser utilizadas por ciclistas con la amputación de alguna extremidad o con alguna lesión neurológica equivalente.
El tándem es una bicicleta de dos plazas en línea, que es guiada por un ciclista sin problemas de visión que acompaña a un ciclista con discapacidad visual o con problemas de visión. Otra opción es el triciclo, que es similar a una bicicleta convencional, pero con dos ruedas en vez de una en el eje trasero. Estos vehículos son utilizados por deportistas con problemas motrices y de equilibrio que les impiden utilizar bicicletas convencionales.
También encontramos el triciclo manual, que son los conocidos como hand bikes, que disponen de tres ruedas y de unos pedales adaptados para ser accionados con los brazos. Están ideados para deportistas sin la capacidad de caminar, como parapléjicos o amputados de las dos piernas.
Fue a principio del siglo XX cuando se comenzó a utilizar prototipos de hand bike, aunque las verdaderas bicicletas para personas con discapacidad física aparecieron en los años de 1960. En los años siguientes se empezó a practicar el tándem para los invidentes y finalmente las hand bike para personas en silla de ruedas, como las conocemos hoy en día, surgieron en los años 1990.