El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha exigido que la Presidencia Española de la Unión Europea (UE) del segundo semestre de 2023 sirva para hacer real la regulación de la tarjeta europea de persona con discapacidad. Todo ello a fin de otorgar mutua homologación a los reconocimientos oficiales de discapacidad de cada estado.
Así afirma Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del CERMI, en una entrevista publicada en el boletín 496 del ‘cermi.es semanal’. En ella Pérez Bueno asegura que siempre trabajan de manera propositiva y cooperativa. Sin embargo, el Ejecutivo español no está siendo tan receptivo como se esperaba.
De esta forma reclama ese trabajo colaborativo, pues la Unión Europea está dando una respuesta a las demandas de las personas con discapacidad “muy pobre, falta de ambición, irregular, de bajo tono vital”.
Para el presidente del CERMI, no debemos renunciar a una visión ambiciosa. “A las organizaciones como la Unión Europea hay que pedirles en la medida en que pueden dar, y ésta puede ser mucho más generosa con las personas con discapacidad. Ahora es rácana, mezquina muchas veces».
En este sentido, apunta que «Europa debería ser la punta de la lanza de la inclusión de la discapacidad en el mundo. Está en su mano, y sólo le faltan ganas, pasión. Hay atonía, no voluntad sincera de cambios perdurables».
Europa, España y la discapacidad
Según ha explicado, desde el CERMI llevan más de dos años de preparación. “En Europa y en España, es un hecho, los derechos, la inclusión y el bienestar de las personas con discapacidad son una cuestión subalterna, más que secundaria en las preocupaciones, en las agendas oficiales”, ha señalado. Ahora España tiene una oportunidad de ganarse una cierta reputación de impulsora de las cuestiones sociales, de inclusión, en esta Presidencia.
Pérez Bueno ha concluido la entrevista destacando una evidencia para el movimiento social de la discapacidad: “que Europa no está a la altura de su mejor versión, de la potencialidad a la que está llamada a desplegar si no asume de una vez que la respuesta que está dando a las demandas y anhelos de las personas con discapacidad es muy pobre, falta de ambición, irregular, de bajo tono vital, algo que desean que comience a cambiar ya”.