El CERMI apoya a Pablo Echenique en su lucha por mejorar la accesibilidad del Congreso de Diputados

Desde el CERMI exigen estas obras para mejorar la accesibilidad y que Pablo Echenique pueda ocupar su escaño, en la segunda fila del hemiciclo

Pablo Echenique exige acometer las obras de accesibilidad del Congreso de los Diputados

Días atrás, desde Todo Disca, hablábamos de que Pablo Echenique había exigido al Congreso de Diputados y Meritxell Batet acometer las obras de mejora de la accesibilidad del hemiciclo de la cámara, para que las personas con discapacidad no se encuentren con barreras. Ahora ha sido el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) el que ha reclamado al Congreso que actúe con celeridad. Con la idea de subsanar los problemas para las personas con discapacidad.

Así lo traslada en una misiva a la Comisión de Peticiones del Congreso. Todo ello después de que el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, urgiera a la presidenta del parlamento, Meritxell Batet, a reactivar la reforma de las instalaciones. La idea es que pueda ocupar su escaño, en la segunda fila del hemiciclo.

Según han explicado fuentes parlamentarias, la misiva está rubricada por el presidente del CERMI, Luis Cayo. Aprovecha para denunciar la ausencia de accesibilidad del entorno parlamentario. Esto vulnera la propia legislación que emano del Congreso, como afirma Pablo Echenique.

De esta forma, asevera en su escrito, consultado por Europa Press, que no hay «objecciones» legales, técnicas y administrativas que impidan realizar esa adaptación de las instalaciones para parlamentarios con problemas de movilidad.

Es más, CERMI enfatiza que el Congreso es uno de los escasos cuerpos legislativos de España y Europa que aún mantienen «barreras severas» a la participación política plena de los diputados con discapacidad. Esta situación debe ser revertida con «toda urgencia».

Pablo Echenique asegura que la «situación es inaceptable»

La semana pasada el dirigente de la formación morada, que sufre atrofia muscular espinal, reclamó a Batet mediante una carta que se retome el proyecto de reforma. Con las adaptaciones, pueda intervenir en las sesiones plenarias ocupando su escaño en la segunda fila del salón de plenos. Y es que Pablo Echenique sentenció que la situación actual es «inaceptable».

A pesar de que las instalaciones de la Cámara Baja se han ido modificando en los últimos años por la presencia de varios diputados con discapacidad física que se movían en silla de ruedas, el hemiciclo aún no se ha adaptado plenamente a las necesidades de estas personas. Esto se debe, en parte, a su valor patrimonial y artístico.

Echenique en el Congreso

En 2020 ya se barajó la opción de licitar obras para avanzar en esta parcela. Incluso se contempló desde la Mesa la opción de que el diputado pudiera acceder a su escaño mediante un sistema mecánico, homologado y oculto. La idea es que de esta manera se permite elevar una plataforma hasta un nivel de altura de tres peldaños. Sin embargo, la pandemia retrasó el abordaje de la cuestión.

Sin progresos en la reforma

Desde entonces no han transcendido progresos en dicha reforma. En este sentido, Echenique demandó a la presidenta que aclarara si existe «alguna posibilidad» en lo que queda de legislatura de «adaptar algún escaño en la fila de los portavoces Parlamentarios «(la segunda fila, que se encuentra justo detrás de los bancos azules del Gobierno). Todo ello para que pueda estrenar su escaño, y «no sea objeto de discriminación».

Para facilitar la presencia de estos diputados en los plenos, la solución durante años era situarlos en la parte más alta de la sala. Esto es lo que se conoce como «gallinero», en la que están los únicos escaños a los que se puede acceder en ascensor. Y cuando tenían que intervenir, se les facilitaba una mesa auxiliar y un micrófono en el centro de hemiciclo, cerca de la mesa de las taquígrafas, ya que a la tribuna sólo se accede por escaleras.

Pero el nombramiento de Echenique como portavoz parlamentario provocó un cambio de planes. Este cargo implica que su escaño debería estar en la primera fila de su grupo parlamentario. Eso supone un mayor número de intervenciones en los debates. Sin embargo, desde que se inició esta legislatrura, el dirigente morado ha seguido las sesiones en el centro del Salón de Plenos, delante de los sillones que ocupa el Gobierno y sin la compañia de nadie de su formación

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