En ocasiones, en un juicio de solicitud de incapacidad permanente es necesario contar con un perito médico. No siempre es necesario contar con esta figura, aunque en determinadas situaciones se hace prácticamente imprescindible.
Los profesionales de ‘Fidelitis’, abogados expertos en incapacidad laboral, explican que «un perito médico es un experto en legislación médica cuyas principales atribuciones son el análisis de la documentación médica y la valoración del daño corporal».
Funciones del perito médico en el juicio
Existen diferentes tipos de perito médico. En este sentido, encontramos el perito médico especializado en situaciones de incapacidad permanente. Así, el perito médico experto en incapacidad permanente tiene la misión de analizar las lesiones o secuelas que presenta el trabajador, junto con las limitaciones anatómicas y funcionales.
Por tanto, un perito médico debe analizar si el trabajador atraviesa una situación temporal y reversible o si se trata de una situación permanente por la que merece el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente. Todo ello, cimentado en el historial clínico del trabajador y un diagnóstico profesional de su situación.
El perito médico tendrá que realizar un informe pericial minucioso mediante todas las técnicas y procedimientos que estén a su alcance. Por ejemplo, informes médicos, diagnósticos o pruebas médicas específicas. Además, este profesional también tiene potestad para detectar una posible responsabilidad civil o profesional en un caso de incapacidad permanente, que puede dar lugar a una indemnización económica.
En muchas ocasiones, los trabajadores se ven abocados a acudir a la vía judicial para obtener una incapacidad permanente, tras la denegación de la solicitud por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Así, la presencia de un perito médico especialista puede ser clave para obtener la incapacidad permanente.
¿Cuándo es necesario un perito médico en un juicio de incapacidad permanente?
Tal y como hemos comentado anteriormente, la presencia de un perito médico no siempre es necesaria en un juicio de incapacidad permanente. No obstante, desde ‘Fidelitis’ destacan una serie de casos en los que es recomendable contar con un informe pericial de este tipo:
- En caso de que el informe de la Seguridad Social o de la mutua minimicen la enfermedad del trabajador. El informe de un perito médico puede desacreditar estos argumentos y demostrar que el trabajador cumple con las condiciones para obtener una incapacidad permanente.
- Si existe contradicción entre diferentes informes médicos. El informe pericial puede ser utilizado como una prueba clave para el juez, con una visión más objetiva. De este modo, ayuda a acabar con las contradicciones.
- En caso de que la enfermedad no se encuentre incluida plenamente en los criterios de incapacidad. Un informe pericial puede ayudar a demostrar que la patología es incapacitante para el trabajador en este caso, aunque no se encuadre en los baremos generales del INSS.
- Cuando el juez del caso requiere de pruebas objetivas con respecto a las limitaciones del trabajador en el ámbito laboral. El testimonio de un perito médico especializado puede ser clave para convencer al juez cuando existen ciertas dudas en la valoración médica.
- En caso de que el informe pericial de la mutua o el INSS contenga errores o esté incompleto. El informe pericial independiente puede ayudar a corregir cualquiera de estos errores.
Los casos judiciales para obtener una incapacidad permanente suelen ser complejos en su mayoría. Así, si se producen algunas de las situaciones descritas anteriormente, la presencia de un perito médico puede ser determinante para ganar el juicio y obtener el reconocimiento de la incapacidad permanente solicitada.