¿Es la carne roja un superalimento? Pros y contras de su consumo

La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar el consumo de carne roja en nuestra dieta semanal

Carne roja

La carne roja es una de las más sabrosas que encontramos en la gastronomía. Además, debido a sus propiedades aporta diferentes beneficios al organismo, aunque también existen una serie de contraindicaciones importantes sobre su consumo. ¿Es esta carne un ‘superalimento’?

Siempre que hablamos de ‘superalimento’ nos referimos a un alimento que podemos consumir y cuyas propiedades pueden repercutir positivamente en el organismo. No existen alimentos con poderes mágicos o efectos inmediatos.

Así, la carne roja es la zona muscular de los mamíferos. Entre las más consumidas por las personas destaca la carne de vaca, ternera, cerdo, caballo, cordero o cabra.

Debemos partir de la base que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que comer carne tiene importantes beneficios para la salud. Si bien, también recomiendan limitar el consumo de carne procesada o carne roja por estar asociado a un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, diabetes u otras patologías.

La carne como alimento neutro

Desde otro punto de vita, el nutricionista Carlos Ríos explica que l2 carne «es un alimento neutro». Esto quiere decir que no es beneficioso ni perjudicial para la salud. Todo depende del contexto del resto de nuestra alimentación.

Carne roja
Carne Roja

En este sentido Ríos expone que «Si comemos más carne roja que productos vegetales puede haber un perjuicio para nuestra salud. En un contexto saludable, ésta se debe consumir una o dos veces semanales porque si desplazará a esos productos vegetales. No te va a generar de por sí una enfermedad, como sí los alimentos ultraprocesados».

Así, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) señalan que no es aconsejable eliminar la carne roja de la alimentación, siempre que se siga un patrón alimentario saludable y equilibrado.

De este modo, los expertos inciden en que la carne roja es un alimento que debe consumirse con moderación y a poder ser como una parte más de un guisado u otras recetas. Consumir con moderación y en pequeñas cantidades.

No obstante, por las circunstancias de la sociedad actual, el nutricionista Carlos Ríos expone que «los cambios en la ganadería intensiva y la industrialización masiva del sistema alimentario han provocado que hoy tengamos mucha carne disponible todo el año, y también que ésta sea relativamente barata, sobre todo la procesada. Tanta disponibilidad ha hecho que nos pasemos de la raya, dando lugar por ejemplo a que nuestro país ocupe el quinto puesto a nivel mundial en consumo de carne total».

La carne roja más segura ¿Un superalimento?

La OMS señala que algunos estudios relacionan el consumo de determinadas carnes rojas a diferentes tipos de cáncer. Si bien, el nutricionista Carlos Ríos manifiesta que «no hay suficiente información para decir si los riesgos más altos o más bajos del cáncer están relacionados con comer algún tipo de carne roja o de carne procesada en particular».

En este sentido, desde la Fundación Española del Corazón inciden en que también sería necesario limitar el consumo de embutidos en la dieta semanal. De alguna manera, este tipo de alimentos también son carne.

Por último, el nutricionista Ríos concluye: «En personas sanas, los embutidos deben consumirse pocas veces a la semana debido a la gran cantidad de ácidos grasos saturados, colesterol y sal que contienen. Y algo muy importante: los pacientes cardiacos deben intentar restringir la ingesta de carnes rojas y decantarse mejor por las magras con poca grasa (pollo sin piel, conejo). De esta forma, contribuirán a evitar el efecto negativo de las grasas saturadas que perjudican más su salud cardiovascular».

Por todo ello, la carne rojo solo debería ser considerada como un ‘superalimento’ por su increíble sabor. Por lo demás, cuanto más moderado sea su consumo mucho mejor, aunque no es necesario eliminar su consumo en nuestra dieta semanal.

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