Si eres inquilino de una vivienda, debes conocer los cambios que este año se han aprobado. Y es que tras meses de negociación, la pasada primavera se llegó a un consenso que culminó con la aprobación de la Ley de Vivienda. Una norma que no ha estado exenta de polémica, y por la que algunos partidos siguen discrepando en algunos de sus puntos.
El acceso a la vivienda y concretamente muchos de los puntos que giran en torno al alquiler, ha sido uno de los puntos candentes de esta legislatura. Pues es un hecho, que este derecho fundamental, como es tener una casa donde vivir, se ha vuelto imposible debido a los precios instaurados en el mercado inmobiliario desde hace años.
Por este motivo, el alquiler ha sido la única vía de acceso a un hogar para muchos españoles. Sin embargo, arrendar una vivienda también se ha tornado complicado debido al aumento de precios en este sector y a la desprotección que manifestaban muchos de los inquilinos que alzaron la voz por una ley que les amparara.
Sin embargo, la negociación en el hemiciclo no ha sido nada fácil y se necesitaron meses de negociación para que el equipo de Gobierno contara con los apoyos suficientes para sacar adelante esta Ley de Vivienda cuyo objetivo es establecer más protección a los inquilinos que tienen un alquiler o quieren acceder a él.
CAMBIO PARA LOS INQUILINOS CON LA NUEVA LEY DE VIVIENDA
Alquilar una vivienda no es tarea fácil. A la dificultad de una búsqueda que encaje en nuestras necesidades y se ajuste al presupuesto con el que contamos para pagar cada mensualidad, hay que sumarle los gastos iniciales que en ocasiones, hacen que sea imposible asumir este proceso. Precisamente con el objetivo de facilitar este proceso al inquilino, se aprobó la nueva Ley de Vivienda que tantos ‘quebraderos’ de cabeza trajo hasta conseguir un consenso mayoritario.
Pero, ¿En qué beneficia a los inquilinos? El principal cambio es que este no tienen que correr con algunos gastos. Todos sabemos que alquilar una vivienda no conlleva solo el gasto propio de la mensualidad, sino que el inquilino debe desembolsar un dinero extra en concepto de fianza y en ocasiones, una comisión destinada para la inmobiliaria. Esto da como resultado, que una persona que quiera alquilar una vivienda tenga que desembolsar desde tres mensualidades antes de ni siquiera, de acceder a la misma.
Sin embargo, con la nueva Ley de Vivienda, los gastos y honorarios producidos por el alquiler de un inmueble corren siempre a cargo del propietario. Es decir, el inquilino ya no tiene la obligación de hacer frente a los gastos reclamados por la agencia inmobiliaria.
De este modo, «se termina con los abusivos gastos y honorarios inmobiliarios que impiden a muchas personas, especialmente a los y las jóvenes, acceder a una vivienda por el desembolso inicial que supone. El servicio inmobiliario se presta al propietario, y por tanto será este el que deba asumir los gastos que dicho servicio genere», manifestaron los partidos implicados tras el acuerdo.
LÍMITE AL PRECIO DEL ALQUILER
Además de los gastos a los que tenía que hacer frente el inquilino, la Ley de Vivienda se ha centrado en gran parte en poner límite al precio del alquiler. De este modo, esta norma publicada en el BOE el pasado 24 de mayo, establece en este sentido:
- Beneficios fiscales o urbanísticos para las viviendas de titularidad privada con alquiler a precio reducido.
- Declaración de zonas de mercado residencial tensionado durante un período prorrogable de 3 años para poder aplicar medidas de reducción del alquiler
- Incremento máximo anual del 3% del alquiler en los contratos vigentes durante 2024.
- A partir de 2025, nuevo índice de referencia para la actualización anual de los contratos de arrendamiento en sustitución del IPC que evite incrementos desproporcionados en la renta.