Ya ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE) la modificación del decreto por el que se pone fin a la obligatoriedad del uso de las mascarillas en interiores a partir de este miércoles 20 de abril. Tras más de dos años de pandemia, el uso de mascarillas no será obligatorio, excepto en algunos ámbitos, después de que así haya sido aprobado en el último Consejo de Ministros.
En este real decreto se establecen los ámbitos donde la mascarilla continuará siendo obligatoria. Así, las personas de seis años en adelante todavía quedan obligadas al uso de mascarillas en varios supuestos que se detallan a continuación.
Lugares donde será obligatorio la mascarilla
El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge en que lugares seguirá siendo obligatoria el uso de mascarillas. Los usuarios de los medios de transporte aéreo, por ferrocarril o por cable y en los autobuses, así como en los transportes públicos de viajeros deberán continuar llevando mascarillas. Asimismo, seguirán siendo obligatorias en los espacios cerrados de buques y embarcaciones. Eso sí, siempre y cuando no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes, cuando sean compartidos por núcleos de convivientes.
En los centros sociosanitarios, los trabajadores y los visitantes tendrán que llevar mascarilla cuando estén en zonas compartidas. También los centros, servicios y establecimientos sanitarios; según lo establecido en el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, serán lugares en los que las personas trabajadoras, los visitantes y los pacientes, con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación, tendrán que seguir llevando mascarilla.
En el entorno laboral, con carácter general, no resultará preceptivo el uso de mascarillas, recoge el BOE. No obstante, los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo.
Sin embargo, esta obligación no será exigible a las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria; que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla; o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla. También las personas que presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.
Tampoco será exigible en el caso de que, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de las mascarilla resulte incompatible.
Recomendaciones para los más vulnerables
Las autoridades sanitarias recomiendan a las personas con una mayor vulnerabilidad ante la infección por coronavirus que se mantenga el uso de mascarilla en cualquier situación en la que se tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros.
Por ello, se aconseja un uso responsable de la mascarilla en los espacios cerrados de uso público; en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado, así como en los eventos multitudinarios.
Indicadores de seguimiento de la epidemia
Todos los indicadores principales de seguimiento de la epidemia vigentes, de acuerdo con la ‘Estrategia de vigilancia y control frente a la COVID-19 tras la fase aguda de la pandemia’, se encuentran, según el último informe publicado el 8 de abril de 2022, en un nivel de riesgo bajo en la mayor parte del territorio.
De hecho el nivel de alerta es el siguiente:
- 42 de las 52 provincias en alerta nivel 1
- 8 provincias en alerta nivel 2
- 2 provincias sin situación de alerta
La gravedad de la enfermedad ha descendido «de forma importante» con la llegada de las vacunas. Así, conforme a los datos recibidos a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, la tasa de hospitalización entre los casos ha pasado de un promedio de alrededor del 7% en la onda epidémica de diciembre 2020 a febrero 2021 a 1,19% en la onda epidémica de diciembre 2021 a marzo 2022, mientras que la de ingreso en UCI ha variado de un 0,67% a un 0,06% y la de letalidad ha pasado de un 1,46 % a un 0,19% para la población total.