Beneficios de la vitamina D en nuestra flora intestinal

La microbiota intestinal, que es como conocemos la flora, es un asunto primordial del que cada vez la sociedad está más sensibilizada

Beneficios de la vitamina D en nuestra flora intestinal

La flora intestinal sigue siendo una de las principales preocupaciones médicas a nivel digestivo, donde está comprobado el efecto positivo de la vitamina D.

Y es que a nuestra microbiota intestinal, según reflejan varios estudios, le sienta a las mil maravillas que consumamos alimentos con este tipo de vitamina.

También debemos cuidar nuestra forma de afrontar nuestros hábitos saludables, y respetar una rutina de ejercicios físicos con el fomento del descanso.

Pero en esa gestión positiva de la flora intestinal cabe una importancia mayor, cada día más, de la vitamina D, que aporta nutrientes de todo tipo.

Para quien no lo sepa, la vitamina D se representa por dos compuestos liposolubles: vitamina D₃ y la vitamina D₂.

Beneficios de la vitamina D en nuestra flora intestinal
Beneficios de la vitamina D en nuestra flora intestinal

La acción de la luz solar

Por su lado, la vitamina D₃ se produce en la piel del ser humano y de otros animales a partir del 7-deshidrocolesterol por acción los rayos UVB de la luz solar.

Por otro, la vitamina D₂ produce en las plantas, en los hongos y en las levaduras por la irradiación solar a partir del ergosterol.

Cabe puntualizar que el ergosterol es un componente de las membranas celulares de los hongos.

El ergosterol cumple la misma función que el colesterol realiza en las células de mamíferos, y trata de permeabilizar la membrana por la que pasan los alimentos.

La vitamina D ayuda no sólo a mejorar la actividad del tracto intestinal, sino también el síndrome metabólico que causa una dieta rica en grasas.

Ha sido en China, concretamente, donde investigadores de la Universidad de Sichuan, bajo el liderazgo del profesor Stephen Pandol, andan buscando respuestas.

Beneficios de la vitamina D en nuestra flora intestinal

Concretamente, el estudio aborda una investigación que tiene como objeto ratones, y esperan poder aplicar pronto en personas sus resultados.

Dieta alta en grasas

Sephen Pandol y su equipo de investigadores han demostrado que una dieta alta en grasas afecta al equilibrio entre las bacterias buenas y malas de nuestro intestino.

La cuestión es poder fomentar esas bacterias buenas y eliminar en la medida de lo posible todo lo negativo que pueda afectar a nuestro sistema.

Igualmente, se busca solventar el hígado graso y controlar el nivel de azúcar en sangre, que puede intervenir negativamente sobre enfermedades cardiovasculares.

Si no somos capaces, según investigan en China, de producir la suficiente cantidad de vitamina D, empeorará la producción de defensinas, básicas para mantener una flora intestinal sana.

“Pocos estudios han indicado que la suplementación con vitamina D no mejorar los trastornos metabólicos en personas», apuntan desde la investigación del país oriental.

Y abundan: «Estos estudios se basan en gran medida en encuestas a largo plazo que pueden verse obstaculizadas por un bajo cumplimiento y una dosis insuficiente”.

El futuro pasa por que este tipo de investigaciones siga abriendo el camino de futuras demostraciones.

Salir de la versión móvil