Acceder a la jubilación conlleva el principal beneficio de percibir una pensión contributiva, siempre que la persona en cuestión haya generado el derecho a recibir esta prestación de carácter vitalicio. Supone dejar atrás una vida de actividad laboral para disfrutar de un nuevo periodo, aunque el sistema español también contempla una modalidad que permite compatibilizar la pensión de jubilación y una actividad laboral.
En cualquier caso, el pensionista jubilado también adquiere una serie de ventajas sociales y beneficios fiscales asociados a su condición de jubilado. Así, las personas jubiladas en España disponen de descuentos en el transporte público, ofertas especiales en cultura (ocio, deporte, formación…etc.) o descuentos en viajes.
Además, los pensionistas jubilados también tienen la posibilidad de acceder a diferentes beneficios fiscales. Tanto para las ventajas sociales como para los beneficios sociales, es necesario que el ciudadano adquiera el certificado de pensionista.
Entre estos beneficios fiscales, los más relevantes se encuentran a la hora de realizar la Declaración de la Renta, en función de varios elementos. Así, la Agencia Tributaria contempla varios beneficios fiscales para jubilados en España.
Beneficios fiscales para jubilados
Uno de los principales beneficios fiscales de los jubilados es la exención de ganancias. Esto significa que a partir de los 65 años de edad, las personas están exentas de declarar la venta de cualquier elemento patrimonial, aunque es necesario diferenciar entre la venta de una vivienda y otros elementos.

Por ejemplo, en la venta de una vivienda, las personas jubiladas mayores de 65 años quedan exentas de tributar ante Hacienda la plusvalía. Este es uno de los beneficios fiscales contemplados por el sistema español.
En otro orden de cosas, la Agencia Tributaria no obliga a los contribuyentes a tributar determinadas cantidades económicas, puesto que considera una renta mínimo vital. Así, esta cuantía aumenta en el caso de los mayores de 65 años y también en el caso de los mayores de 75 años. Es otro de los aspectos de lo que se benefician las personas jubiladas.
Concretamente, con carácter general, el mínimo del contribuyente es de 5.500 euros anuales. Sin embargo, para los mayores de 65 años, el mínimo del contribuyente es de 6.700 euros. Y para los mayores de 75 años es de 8.100 euros.
Además, muchas personas durante su vida laboral también contratan un plan de pensiones para complementar la cuantía de la pensión contributiva de jubilación llegado el momento dado. Mientras se mantenga vigente el plan de pensiones, los beneficiarios pueden acceder a beneficios de deducciones en la Declaración de la Renta Anual.
Si bien, al acceder a la jubilación, los ciudadanos tienen la posibilidad de rescatar el plan de pensiones contratados y disponer de la cuantía económica ahorrada durante años para complementar con la pensión de jubilación correspondiente.