Los beneficios fiscales y sociales de la pensión de incapacidad en 2022

Las personas beneficiarias de una pensión de incapacidad permanente también disponen de ciertos beneficios fiscales y beneficios sociales

Beneficios fiscales y sociales por pensión de incapacidad permanente

Las personas beneficiarias de una pensión de incapacidad permanente no solo tienen derecho a recibir una prestación por su condición, si no que también pueden disfrutar de una serie de beneficios fiscales y beneficios sociales recogidos por ley.

Normalmente, tras el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente, se consigue de forma automática un certificado de discapacidad de al menos el 33%. Así, dicha situación de discapacidad permite disponer de una serie de beneficios fiscales y beneficios sociales.

En cualquier caso, el principal beneficio de una incapacidad permanente es percibir una cuantía económica de forma mensual por la pensión. Además, en determinados grados, como la incapacidad parcial y la incapacidad total, se puede compatibilizar la percepción de una pensión y los ingresos procedentes de una actividad laboral.

Si bien, en los grados de incapacidad permanente absoluta y Gran Invalidez, la pensión no es compatible con otra actividad laboral.

Beneficios sociales y fiscales de la pensión de incapacidad

Como hemos comentado anteriormente, los trabajadores a los que se le reconoce una pensión de incapacidad permanente tienen acreditado al menos un 33% de discapacidad. Por ello, además de recibir una cuantía económica en forma de prestación, también pueden disfrutar de ciertas ventajas y beneficios, tanto fiscales como sociales.

Beneficios fiscales y sociales por pensión de incapacidad permanente
Beneficios fiscales y sociales por pensión de incapacidad permanente

A continuación, enumeramos algunos de los beneficios de los que pueden disponer las personas que perciben una pensión de incapacidad permanente en este año 2022:

  1. Reducciones en el impuesto del IRPF (Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas).
  2. Reducción del IVA en la adquisición de un vehículo especial.
  3. Exención en el impuesto de matriculación de vehículos.
  4. Exención en el impuesto de circulación de vehículos.
  5. Ayudas para la compra de viviendas.
  6. Inserción laboral.
  7. Equipamientos farmacéuticos.
  8. Tratamientos médicos.
  9. Adaptación de vivienda y vehículos.
  10. Transporte público con rebajas económicas.
  11. Tarjetas de aparcamiento para estacionar en zonas específicas.
  12. Descuentos en actividades de ocio y cultura.
  13. Becas para educación.

En cualquier caso, en función del grado de discapacidad, la persona beneficiaria de una pensión de incapacidad permanente tendrá mas o menos beneficios fiscales y sociales, en relación a los mencionados anteriormente.

Reducciones en el IRPF

Una de las principales ventajas de una persona con una pensión de discapacidad o pensión de incapacidad permanente es la reducciones en el IRPF, especialmente de cara a la realización de la Declaración de la Renta.

En este sentido, el mínimo personal y familiar aumenta en 3.000 euros en el caso de las personas con al menos un 33% de discapacidad reconocido. Siempre existe una cantidad mínima que no se somete al impuesto cada año, también en 2022.

Por otra parte, también es necesario hablar de las ayudas a la inserción laboral. Actualmente, aunque se han aplicado medidas a mejorar este aspecto, las personas con discapacidad y beneficiarias de una pensión de incapacidad permanente suelen encontrar mayores dificultades a la hora de acceder a un empleo.

Con el objetivo de paliar esta situación, las personas con una discapacidad reconocida cuentan con un número de plazas reservadas de empleo público. Es decir, cada vez que se inicia una convocatoria de empleo público, al menos el 7% de esas plazas deben estar dirigidas a personas con discapacidad.

Además, la ley también contempla que en empresas con más de 50 empleados, al menos un 2% de la plantilla deben ser personas con discapacidad.

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