En busca de la igualdad de derecho y condiciones, las personas con discapacidad cuenta con una serie de deducciones, prestaciones, deducciones o ayudas con el objetivo de lograr la inclusión de este colectivo en la sociedad. En este artículo vamos a hablar sobre las exenciones y deducciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que se realiza a través de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).
Y es que cada vez son más las entidades e instituciones gubernamentales que tiene en cuenta a las personas con discapacidad, ya que la accesibilidad de esta colectivo es muy importante para acabar con las barreras que se encuentran por el camino, y la inclusión será más posible así.
Requisitos para acceder a las deducciones en el IRPF de las personas con discapacidad
Desde AEAT aseguran que el único requisito para percibir los beneficios fiscales del IRPF de la Renta de las personas con discapacidad es que la persona demandante tenga un grado acreditado de discapacidad del 33% o más. De este modo, el objetivo de estas ayudas a las personas con discapacidad es intentar reducir las desigualdades con las que se encuentra este colectivo a la hora de acceder a un empleo, o para ajustar el gasto elevado en productos y cuidados médicos-sanitarios.
Si atendemos al BOE, se entiende por persona con discapacidad «aquellas que presentan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales, previsiblemente permanentes que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás».
Beneficios fiscales para las personas con discapacidad en 2025
Las personas con discapacidad pueden acceder a diferentes tipos de deducciones según el grado de discapacidad que tenga cada persona. Como hemos visto, desde las personas que tienen un grado de discapacidad del 33% podrán acceder a estos beneficios fiscales. En este sentido, según recoge la AEAT, si una persona tiene un grado de discapacidad igual o mayor al 33% y menor al 65%, el mínimo aplicable es de 3.000 euros anuales. Sin embargo, si el grado de discapacidad es igual o superior al 65%, el mínimo aplicable asciende a 9.000 euros anuales.
La propia Agencia Tributaria recoge en su web que en el caso de que la persona con discapacidad acredite la necesidad de ayuda de terceras personas, teniendo un grado de discapacidad igual o superior al 65%, se añadirán 3.000 euros anuales al mínimo aplicable.
Otro beneficio fiscal que encontramos es el mínimo por descendientes en los que los importes varían dependiendo del número de hijos y su edad. En este sentido, normalmente aumentan cada año. En general, se otorgan cantidades incrementales por el primer, segundo, tercer hijo y sucesivos, y hay un incremento adicional por cada hijo menor de tres años.
Por último, vamos a destacar el mínimo por ascendientes con discapacidad, que es una ayuda que ya se ha extendido a las familias en las que residan las personas mayores de 65 años. En este caso, cuando tienes un familiar a tu cargo puedes reducir la cantidad de impuesto en la declaración de la renta. En este caso va a depender de la edad de la persona, de la siguiente manera:
- Si tienes un ascendiente mayor de 65 años, puedes reducir tu base imponible en 1.150 euros.
- Si ese ascendiente tiene más de 75 años, puedes añadir otros 1.400 euros a esa reducción.
En caso de que estos ascendientes tengan discapacidad, el importe que puedes descontar aumenta, siendo 3.000 euros si la discapacidad es entre 33% y 65%, y 9.000 euros si es igual o superior al 65%.