El limón mezclado con miel es uno de los remedios caseros más conocidos para numerosas patologías. Esta mezcla puede llegar a ser útil favorecer la salud del colón, mejorar nuestro sistema inmune o reducir el dolor articular. Sin embargo, en esta ocasión vamos a centrarnos en su labor para bajar de peso.
Empezar el día con un buen vaso de agua tibia con jugo de limón y miel puede ayudar a nuestro cuerpo a facilitar la quema de grasas del organismo. Eso sí, debemos de tener en cuenta que no puede ser cualquier miel, sino que esta debe ser orgánica para que puedas notar las increíbles propiedades que estas ofrecen al organismo.
En el caso de que quieras bajar de peso, recomendamos añadir el jugo de limón y miel en tu hábito alimenticio. Eso sí, debemos de tener en cuenta que para poder adelgazar debemos de seguir una dieta equilibrada y un estilo de vida sano, puesto que los remedios milagrosos no existen.
Jugo de limón con miel
Tomar jugo de limón con miel por la mañana nos permitirá que nuestro organismo pueda descomponer mejor las células de grasa acumuladas en nuestro cuerpo. Este remedio no conseguirá que la grasa desaparezca sin más, sino que la hará “menos resistente”.
Así, siempre y cuando cuidemos de nuestra alimentación, bebamos líquidos y hagamos ejercicio, será más fácil de que logremos bajar de peso. Además, debemos tener en cuenta el alto contenido en antioxidantes, su azúcar de fácil asimilación y grandes beneficios en el hígado que incentivan una pérdida de peso.
En el caso de que queramos preparar un jugo de limón con miel, debemos de seguir los siguientes pasos:
- Calienta agua durante unos minutos hasta que esté caliente.
- Añade el jugo exprimido del limón y una cucharada de miel.
- Revuelve la mezcla y ya estaría lista.
Así baja de peso el jugo de limón con miel
La desintoxicación que provoca el limón en el organismo, junto con una pizca de miel, se considera una de las mejores bebidas para perder peso.
Esto se debe principalmente a que la miel orgánica ayuda a prevenir problemas intestinales, mejora la salud cardiovascular y reduce la inflamación. Lo que se traduce en una ayuda más para bajar de peso.
De hecho, los limones al estar repletos de vitamina C ayudan a mejorar el sistema inmunológico, eliminando toxinas y ayudando a mantener un equilibrio del pH en el cuerpo que promueve una salud interna óptima.
Intenta no añadir ningún tipo de azúcar para así conseguir un mayor efecto, aunque si es verdad de que si quieres añadirle un toque personal, puedes ponerle una hoja de menta fresca o jengibre rayado. Es importante saber que si tienes alguna enfermedad como gastritis, debes consultarlo primero con tu médico antes de empezar a consumir este cítrico a diario, puesto que podría tener consecuencias negativas en tu salud.