Cuando una persona se acoge a un plan de pensiones para complementar su pensión, debe de tener en cuenta los efectos secundarios que esta prestaciones tiene. Una de ellas tiene que ver con el conocido beneficio fiscal a los que puede acogerse, como vamos a ver en este artículo.
Los expertos de Mapfre señalan que un plan de pensiones «son instrumentos financieros de ahorro suscritos mediante una póliza, a los que voluntariamente podemos adherirnos, con la idea de complementar la pensión estatal que en su momento percibamos, en forma de capital o de renta, cuando incurramos en alguna de estas contingencias: jubilación, invalidez o fallecimiento».
Desde BBVA han señalado que una pensión no es solo una garantía para la jubilación, sino también un alivio fiscal durante la vida laboral. Y es que, mientras pasa este tiempo, el gravamen impositivo es elevado. Esto quiere decir, que las retenciones fiscales que se aplican son altas. Sin embargo, una persona se puede reducir la base imponible de la declaración de la renta invirtiendo en tu pensión y, así, pagar menos impuestos. Cuando se trata de esto, es cuando hablamos del ahorro fiscal que puedes obtener con un plan de pensiones.
El ahorro fiscal de un plan de pensiones
Según explican los expertos en fiscalidad, Hacienda te permite descontar en tu declaración de la renta de manera directa las aportaciones a un plan de pensiones. En este sentido puede ser hasta un importe de 1.500 € anuales o del 30 % de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio. En la declaración de la renta puedes restar directamente el dinero invertido de la base imponible y disfrutar de beneficios fiscales por pensar simplemente en tu jubilación.
En este sentido, el ahorro fiscal que genera un plan de pensiones va más allá de ser una mera deducción. En este caso, el beneficio es directamente una «reducción» sobre la base imponible.
Los trabajadores siempre piensan en como puede ahorrarse impuestos a la hora de hacer la declaración de la renta. Por lo tanto, las posibilidades de ahorro fiscal son muchas, pero un aspecto decisivo es sin duda la reducción que permiten las aportaciones a planes de pensiones.
Esto quiere decir que el Estado premia a aquellos que prevén su futuro financiándose durante la vida laboral una pensión. De esta manera, se autoriza una reducción directa sobre la base imponible del IRPF, quedando constancia de estas inversiones en la declaración de la renta, que se descuentan de manera directa del importe final.
¿Cómo se aplica este beneficio fiscal?
Los expertos de BBVA han añadido a la explicación sobre el ahorro fiscal con un plan de pensiones un ejemplo claro. Y es que este banco ha diseñado una útil herramienta que está a disposición de cualquier interesado y permite conocer en pocos pasos los números exactos de dichos beneficios fiscales.
En la calculadora de desgravaciones, por ejemplo, podemos conocer el impacto final del ahorro en función de la cantidad que se desee invertir. En este caso, por ejemplo, un plan que suponga una inversión de 1.500 € anuales (125 euros mensuales) cuenta con el ahorro con un tipo marginal del 24 % (menos de 20.200 euros anuales), que sería de 360 euros. Es decir, casi el equivalente a tres mensualidades.
Por lo tanto, desde BBVA señalan que la reducción directa del plan de pensiones puede disminuir de manera notable el pago de impuestos, ya que cuanto mayor sea el dinero que inviertas en el plan, mayor será el ahorro a la hora de hacer la declaración de la renta.