Así pueden ayudar los probióticos al tratamiento para la depresión, según estudio

Un nuevo estudio ha concluido que el consumo de probióticos puede ayudar al tratamiento contra la depresión

Beneficios del consumo de probióticos para aliviar la depresión

Según la publicación especializada ‘MayoClinic’, los probióticos son alimentos que contienen microorganismos vivos destinados a mejorar las bacterías ‘buenas’ del cuerpo. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Basilea y de las Clínicas Psiquiátricas Universitarias de Basilea (Suiza), ha concluido que los alimentos probióticos refuerzan los efectos del tratamiento para la depresión. Así, se ha comprobado que el buen funcionamiento de la flora intestinal es esencial para controlar los episodios depresivos. Así como para mejorar el resultado de los antidepresivos en personas que sufren esta patología.

La prevención de la depresión es objeto de estudio científico desde hace muchos años. Debido a que la incidencia de esta enfermedad en todo el mundo es cada vez más fuerte, se necesitan nuevos tratamientos. Con el fin de aliviar sus síntomas de forma efectiva. Y es que a pesar de que los avances para mejorar el desarrollo de esta patología han sido muy positivos, los investigadores buscan formas de mejorar las terapias existentes y desarrollar otras nuevas.

En este sentido, los probióticos se presentan en esta investigación como alimentos que realmente pueden ayudar a mejorar los síntomas que produce la depresión. Ya que la salud de la flora intestinal es vital para el tratamiento de esta enfermedad. Así como para mejorar los efectos de ella en nuestro cuerpo.

El estudio ha conseguido relacionar las variables microbioma-intestino-cerebro

El microbioma intestinal no es más que el conjunto de microorganismos vivos que conviven en armonía en nuestro cuerpo. El correcto funcionamiento de este puede hacer que consigamos prevenir enfermedades de muy diversa índole. Como por ejemplo las relacionadas con la salud mental.

Relación entre probióticos y depresión
Beneficios del consumo de probióticos para aliviar la depresión

En el estudio, publicado en la revista científica ‘Translational Psychiatry’, estos científicos suizos han demostrado que los probióticos pueden apoyar el tratamiento con antidepresivos.

Y es que se sabe por estudios anteriores que los pacientes con depresión muestran una prevalencia de problemas intestinales y digestivos superior a la media. Si se implanta la flora intestinal de personas con depresión en ratones criados en condiciones estériles (es decir, sin flora intestinal), los animales también desarrollan un comportamiento similar al de la depresión.

Así, en este estudio se ha desarrollado un enfoque prometedor que relacionado el eje microbioma-intestino-cerebro. Ya que las bacterias intestinales pueden influir en el sistema nervioso y producir problemas en nuestro cerebro. De ahí la importancia del consumo frecuente de probióticos en nuestra dieta, ya que son aquellos alimentos que van a incentivar el funcionamiento de la flora intestinal en nuestro cuerpo.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?

En el estudio, estos científicos investigaron los efectos de los probióticos en pacientes con depresión. Todos los participantes eran pacientes y recibieron un probiótico (21 sujetos) o un placebo (26 sujetos) durante 31 días, además de antidepresivos. Ni los participantes ni el personal del estudio sabían qué preparado estaban tomando durante todo el periodo de estudio.

Beneficios del consumo de probióticos para aliviar la depresión

Como conclusión, el análisis posterior demostró que, aunque los síntomas depresivos disminuyeron en todos los participantes gracias al tratamiento antidepresivo general, hubo una mayor mejora en los sujetos del grupo de probióticos que en los del grupo de placebo. Además, los investigadores determinaron que la flora intestinal de los pacientes cambió de forma significativa.

Sin embargo, «puede ser que cuatro semanas de tratamiento no sean suficientes y que la nueva composición de la flora intestinal tarde más en estabilizarse», tal y como explica Anna-Chiara Schaub, una de las autoras principales del estudio.

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