Miles de personas en España cobran una pensión no contributiva de jubilación. Así, todos estos pensionistas deben cumplir todos los requisitos necesarios para que el IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) no proceda a la suspensión o extinción de dicha pensión.
La pensión no contributiva de jubilación es un tipo de pensión pensada para aquellas personas que no han cotizado lo suficiente para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación.
Hay que recordar que para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación, es obligatorio haber cotizado durante, al menos, 15 años a la Seguridad Social. Sin embargo, la pensión no contributiva de jubilación se puede cobrar sin ni siquiera haber cotizado nunca a la Seguridad Social.
REQUISITO INDISPENSABLE DEL IMSERSO
Desde el IMSERSO definen la pensión no contributiva de jubilación como una pensión que «asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva».
Así, para cobrar este tipo de pensión en España es obligatorio el cumplimiento de ciertos requisitos básicos. Por ejemplo, la persona perceptora debe tener 65 años o más cumplidos y residir en territorio nacional.
Además, es obligatorio cumplir con un requisito de carencia de rentas. En 2023, para el IMSERSO existe carencia de rentas cuando un beneficiario individual tiene ingresos inferiores a 6.784,54 euros al año.
Precisamente, la cuantía a percibir por la pensión no contributiva de jubilación es de 6.784,54 euros al año en 2023, que supone una cuantía de 484,51 euros al mes, repartidos en 14 pagas anuales.
El límite de carencia de rentas puede ser superior en caso de que la persona beneficiaria conviva con otros familiares en la misma unidad de convivencia. Así, se tienen en cuenta los ingresos de todos los miembros de la familia.
SUSPENSIÓN DE LA PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA
No solo es necesario cumplir con requisitos para que se genere el derecho a cobrar una pensión no contributiva de jubilación, sino que también es obligatorio que se respeten ciertas condiciones durante todo el periodo de percepción de la pensión.
En este sentido, la persona beneficiaria tiene la obligación de presentar la Declaración Anual de Rentas al IMSERSO durante el primer trimestre del año. El objetivo de este trámite es acreditar que se siguen cumpliendo los requisitos de carencia de rentas.
Si la persona beneficiaria no cumple con este trámite en el plazo indicado, puede provocar la suspensión del pago de la pensión contributiva por parte del IMSERSO, con las consecuencias que puede conllevar para el ciudadano.
Al respecto, los profesionales del IMSERSO advierten que «la rehabilitación del pago únicamente se producirá cuando se presente la declaración anual y se acredite que continúa reuniendo los requisitos legalmente establecidos para mantener del derecho a la pensión de jubilación, con una retroactividad máxima de noventa días naturales a contar desde la fecha en que se presente la declaración y se acredite que reúne todos los requisitos exigidos».