En 2025, los autónomos que realicen su actividad profesional en España pueden beneficiarse de una deducción fiscal que les permitirá ahorrar hasta 500 euros al año. Se trata de los gastos de difícil justificación, para reducir su base imponible en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en una buena cantidad de dinero.
Estas deducciones sirven a los autónomos para reducir su carga fiscal, permitiéndoles pagar menos IVA en la declaración. El Gobierno de España aprueba estas medidas para impedir que los trabajadores por cuenta propia pierdan poder adquisitivo.
¿Qué son los gastos de difícil justificación y cómo se aplican?
Los gastos de difícil justificación son aquellas que pertenecen a la actividad profesional del autónomo, pero que no se pueden acreditar mediante facturas o documentación detallada.
Para simplificar su tratamiento fiscal, la Agencia Tributaria permite una deducción automática del 5% sobre el rendimiento neto de la actividad, con un límite máximo de 2.000 euros anuales. Para los autónomos societarios, el porcentaje aplicable es del 3%.
El objetivo principal de la deducción de gastos de difícil justificación es compensar esos gastos menores que, aunque reales, no siempre se documentan de manera formal. Por lo tanto, no se pueden incluir detalladamente en la declaración o son complicados de vincular con ingresos específicos.
Ejemplos y pasos para aplicar la deducción del IVA
Pongamos como ejemplo el caso de un trabajador autónomo tiene un rendimiento neto anual de 40.000 euros. En esta situación, aplicando la deducción del 5%, podría reducir su base imponible en 2.000 euros, alcanzando así el límite máximo permitido.
Este ajuste puede traducirse en un ahorro fiscal significativo, dependiendo del tipo impositivo aplicable en su tramo de IRPF. Por lo tanto, supondría un buen proceso fiscal para deducir aquellos gastos que no se pueden documentar mediante factura, pero que se pueden deducir en la declaración.
Estos son los pasos que debes seguir para aplicar la deducción fiscal de gastos de difícil justificación en España:
- Calcular el rendimiento neto: Resta los gastos deducibles de los ingresos obtenidos durante el año.
- Aplicar el porcentaje correspondiente: Sobre el rendimiento neto calculado, aplica el 5% (o 3% si es autónomo societario), sin superar en ningún caso los 2.000 euros anuales.
- Declarar en el modelo 130: Si presentas pagos fraccionados trimestrales, incluye la deducción correspondiente en la casilla 12 del modelo 130.
Como ya hemos dicho, esta deducción se aplica automáticamente al presentar la declaración del IRPF mediante el modelo 100. Por lo tanto, no será necesario aportar justificantes específicos para estos gastos, aunque es recomendable mantener un registro ordenado de las facturas.