Encontrar miel de todo tipos es muy fácil en cualquier mercado, pero hay que tener cuidado con esto. Hay veces en las que la miel no es pura del todo y está adulterada. Por lo que debemos aprender a distinguir si realmente estamos comprando una buena miel o está rebajada de alguna forma.
Hay varias formas de conseguir saber al cien por cien si la miel es pura o no, así que presta atención para quitarte todas las dudas al respecto. Con estos sencillos trucos vas a poder averiguar si de verdad has comprado una totalmente artesana y casera o si, en cambio, ha sido rebajada o adulterada por la fábrica.
No te preocupes si descubres que la miel ha sido adulterada, ya que no es malo para la salud, pero sí que sus propiedades se ven, de alguna forma, reducidas. Aún así, la miel siempre tiene una buena cantidad de propiedades que vienen bien para el organismo, de forma que tenerla en la dieta habitual es algo que podemos hacer, ya sea pura o esté un poco adulterada.
El truco principal para saber si tu miel es pura o no
Hay varias formas de saber si tu miel es pura o está adulterada. De todas formas, la mejor forma de hacerlo es siempre guiarnos de nuestros propios sentidos. Si ponemos el bote de miel a una fuente de luz cercana veremos si la luz la atraviesa fácilmente o no. Si se puede ver fácilmente a través de la miel, es muy probable que esté mezclada con agua.

La miel natural es muy oscura y densa, así que la luz no puede pasar a través de ella de una forma fácil. De esta forma, si sacamos una cucharada vamos a ver que no es fácil que caiga de ella. Además, otro aspecto fundamental es que cuando hace calor se derrite muy fácilmente, mientras que si hace frío está más densa y dura.
Eso sí, independientemente de la temperatura, la miel sin adulterar siempre mantiene un nivel de densidad muy alto, así que esta característica tiene que estar presente en nuestro tarro para poder afirmar que se trata de un producto totalmente natural sin adulterar.
Otros trucos
Si todavía no te has asegurado de que la miel es pura lo que puedes hacer es comprobar los ingredientes. Viendo que el único ingrediente que hay en la etiqueta es miel, tenemos una buena señal. Por el lado contrario, si se incluyen conservantes, agua o cualquier otro ingredientes lo que debemos hacer es descartar el producto y buscar uno más natural.
Por último, otro truco que suele funcionar muy bien es el llamado ‘truco del pan duro’. Cogemos un trozo de pan de varios días atrás y lo ponemos junto a la miel e introducimos todo en el microondas. Si el pan se ha puesto blando significa que ha absorbido el agua, lo que supone una mala señal. Si el pan sigue igual de duro que antes, ya sabemos que la miel no está adulterada con agua entre sus ingredientes.