Las personas que han accedido a la jubilación tienen la oportunidad de buscar ingresos complementarios a la pensión y que sean totalmente compatibles. En este sentido, una de las fórmulas más destacadas es sacar rendimiento económico a su propia vivienda.
El libro ‘Cómo complementar la pensión utilizando una vivienda en propiedad‘, recoge algunas de las fórmulas más apropiadas para monetizar una vivienda durante la jubilación. Este interesante libro ha sido escrito por Juan Ángel Lafuente, catedrático de Finanzas y Contabilidad de la Universitat Jaume I, y Pedro Serrano, profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Carlos III de Madrid.
De forma tradicional existen numerosas formas para ganar dinero con una vivienda en propiedad, normalmente implicando vivir fuera de dicho domicilio; como puede ser el alquiler. Sin embargo, en los últimos años han surgido alternativas que permiten vivir en el domicilio hasta el momento de fallecimiento.
Algunas de las alternativas tradicionales para monetizar la vivienda durante la jubilación es la venta plena, mudanza reducida, permuta inmobiliaria o alquiler tradicional. Cada una de estas opciones cuentan con unas características específicas.
Monetizar una vivienda en propiedad durante la jubilación
Con un alquiler, la persona beneficiaria de una pensión de jubilación conserva la propiedad de la vivienda. No obstante, no puede seguir viviendo en ella mientras lo haga un inquilino.
Por su parte, con la venta plena de la vivienda se pierde la propiedad y la residencia. Una de las grandes ventajas de esta opción es que los ingresos obtenidos para complementar con la pensión son considerablemente superiores.
La opción de la mudanza reducida es un producto que permite vender la vivienda habitual y conseguir una cuantía que permite comprar una vivienda más pequeña y a un precio más reducido. En este caso, se obtiene un beneficio económico, cuya parte importante se invierte en la obtención de otra vivienda.
Hipoteca inversa
Uno de los productos más interesantes para las personas que han accedido a la jubilación es la conocida como hipoteca inversa. Según explican desde el ‘Instituto BBVA‘, la hipoteca inversa es «un préstamo con la garantía de la vivienda, por el cual la persona mantiene la propiedad de la vivienda y puede continuar viviendo en la misma.
Cuando se produzca el fallecimiento de la persona propietaria, sus herederos tendrán la posibilidad de pagar el préstamo o vender la vivienda. Este es un tipo de producto que permite a la persona jubilada seguir viviendo en su domicilio mientras obtiene otros ingresos económicos.
En cualquier caso, para que se produzca esta hipoteca inversa, es necesario que se cumplan una serie de requisitos básicos:
- Que el solicitante y beneficiarios que el anterior pueda designar tengan más de 65 años, o estén afectados de dependencia, o sean personas con grado de discapacidad superior al 33%.
- Que la garantía sea ejecutable cuando fallezca el prestatario o el último de sus beneficiarios.
- También que el deudor disponga del importe del préstamo en un solo pago.
- Que la vivienda haya sido tasada y asegurada contra daños.
Otras fórmulas para monetizar la vivienda durante la jubilación y seguir viviendo en ella son la venta de la nuda propiedad, vivienda inversa (inquilino vitalicio), renta inmobiliaria vitalicia y permuta de alquileres.
¿Cuántos años tienes que tener cotizados para la jubilación?
En 2022 es necesario tener una cotización mínima de 37 años y 6 meses, o más, para poder optar a la jubilación de los 65 años. En caso de no haber llegado a esos años cotizados a la edad de 65 años, se podrá optar de nuevo a la jubilación al cumplir los 66 años y dos meses, a pesar de no haber cotizado el mínimo exigido.
La cotización mínima irá aumentando conforme pasen los años y es que se espera que a partir del 2027 el periodo de cotización sea de 38 años y seis meses para poder conseguir la jubilación a los 65 años. En caso de no tenerlos, será imprescindible esperar hasta los 67 años.