Abrir un plan de pensiones privado permite ahorrar una cuantía de dinero importante durante la vida laboral antes de acceder a la jubilación. Es una forma de contar con un importe económico complementario a la pensión contributiva de jubilación.
Cada vez son más los ciudadanos que se plantean la idea de abrir un plan de pensiones privados durante su vida laboral, especialmente los trabajadores autónomos; ya que su pensión contributiva en el momento de la jubilación es insuficiente en la mayoría de ocasiones.
Así, una de las principales ventajas de los planes de pensiones es que ofrece la posibilidad de desgravar las aportaciones en el IRPF al realizar la Declaración de la Renta del ejercicio que corresponda. Es decir. se genera un ahorro adicional conseguido por las aportaciones realizadas-
Plan de pensiones y ahorro fiscal
Los profesionales del ‘Instituto BBVA‘ explican que a partir del ejercicio fiscal de 2022, la aportación anual máxima a un plan de pensiones es de.1.500 euros. Así, la desgravación anual máxima en el IRPF, será la menor entre 1.500 euros y el 30% de los rendimientos netos del trabajo y/o actividades económicas.
Si bien, para el ejercicio fiscal de 2021, cuya campaña de la Declaración de la Renta se inició el 6 de abril y finaliza el 30 de junio, la desgravación del IRPF está limitada en la menos cantidad entre 2.000 euros y el 30% de los rendimientos netos del trabajo y/o actividades económicas.
Desde BBVA indican que además, es posible «realizar aportaciones en favor del cónyuge (y desgravarse adicionalmente por ellas), si éste no obtiene rendimientos o sus rendimientos anuales no exceden los 8.000 euros. A partir de 2021, puede efectuarse una desgravación adicional de 1.000 euros».
Reinversión de la desgravación
Con todo ello, los expertos económicos recuerdan que una manera ideal de potenciar el ahorro de cara a la jubilación es reinvertir el ahorro fiscal conseguido de forma anual como aportación en el propio plan de pensiones. Es una forma útil de seguir ahorrando de cara a la jubilación.
En cualquier caso, es necesario tener en cuenta que el ahorro fiscal dependerá en gran medida del tipo marginal del contribuyente y las correspondientes aportaciones realizadas en su plan de pensiones.
Por ejemplo, una persona que cuente con un tipo marginal del 30% y una aportación de 1.000 euros a lo largo de un ejercicio fiscal, puede ahorrar en su factura del IRPF hasta 300 euros. Así, una alternativa para potenciar dicho ahorro fiscal es reinvertir la cuantía desgravada en el propio plan de pensiones.
Imagina ahora una persona con un tipo marginal del 45% y una aportación en el ejercicio fiscal de 2021 de la cantidad máxima de 2.000 euros. En este caso, el partícipe del plan de pensiones podría optar a un ahorro fiscal de hasta 900 euros.
Desde la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), destacan que reinvertir el ahorro fiscal de las aportaciones a los planes de pensiones en los propios planes, puede generar un aumento del 40% en el ahorro económico acumulado en el momento de acceder a la jubilación.