El Rey Felipe VI y la reina Letizia tienen programado un viaje a Menorca este jueves 12 de enero. Se trata de una visita particular a la isla, que guarda una especial relación con una millonaria herencia que recibió hace unos años la Casa Real. El empresario Juan Ignacio Balada Llabrés estableció a la Casa Real como heredera en su testamento.
Entre las actividades planificadas, los reyes de España estarán presente en la inauguración de la Farmacia Llabrés. Se trata de un espacio conocido en la Isla y que ha sido rehabilitado como un nuevo lugar para las actividades propias de la Fundación Hesperia. En este sentido, los profesionales de ‘Vanity Fair’ resaltan que la inauguración de esta Farmacia y la creación de la mencionada Fundación ha sido posible gracias a la acción de Felipe VI y la reina Letizia.
Todo ello se remonta al año 2010, año en el que Juan Ignacio Balada Llabrés incluyó en su testamento una serie de bienes para la Casa Real. Es decir, una herencia para los reyes Felipe y Letizia; así como para los ocho nietos de los reyes eméritos. En aquel momento, fue una noticia sorprendente para los miembros de la realeza en España.
Herencia para la Casa Real
Lo sorprendente de esta millonaria herencia es que Llabrés no conocía personalmente a los miembros de la familia real. Además, nadie tenía conocimiento de las intenciones del empresario respecto a su herencia, con un valor aproximado de 10 millones de euros. Otro punto interesante, es que estableció en el testamento que su herencia pasaría al Estado de Israel en caso de que la Casa Real española decidiera no aceptarla.
Hay que tener en cuenta que todo ciudadano o institución tiene derecho a aceptar o rechazar una herencia, en función de sus características. Así, la Casa Real española optó finalmente por aceptar la herencia del reconocido empresario de Menorca.
En cualquier caso, el Rey Felipe VI sopesó detenidamente el hecho de aceptar una herencia de una cuantía millonaria por parte de un ciudadano particular. Después de analizar todos los detalles al respecto, el monarca decidió aceptar el caudal hereditario correspondiente, con el objetivo de ayudar a muchas familias en la Isla de Menorca. Este fue el principal motivo que llevó a aceptar la herencia a la familia real.
Apertura de la Fundación Hesperia
Los reyes de España invirtieron el 50% de la herencia en constituir la Fundación Hesperia. Al respecto, desde la Casa Real explican que «Don Juan Ignacio Balada Llabrés, fallecido el 18 de noviembre de 2009, nombró herederos de la mitad de su patrimonio, a partes iguales, a Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de Sus Majestades los Reyes; dando encargo a los Príncipes de crear, con el otro cincuenta por ciento, una Fundación de interés general».
Además, entre la Fundación Hesperia y los nietos del Rey emérito Juan Carlos I, cuentan con 3,3 millones de euros en valor patrimonial referentes a tres inmuebles que no han sido vendidos, y que forman parte de la cuantiosa herencia.
Finalmente, desde la Casa Real indican que «el Señor Balada dispuso en su testamento que la Fundación debería tener por objeto el estudio y el apoyo de la institución monárquica tanto en España como en el extranjero, así como su fomento a través de las ciencias y las artes».