La siesta es la acción de dormir durante un periodo de tiempo relativamente corto, generalmente después del almuerzo. Se trata de una actividad que suelen llevar a cabo las personas que madrugan demasiado y necesitan recuperar energía para afrontar el resto del día.
Por lo general, la siesta es una actividad que repercute positivamente al organismo. Si bien, cuando se realizar por más tiempo de una hora o incluso dos horas puede tener efectos negativos. De esta forma, es importante realizar una siesta de forma adecuada.
Entre otras cosas, una siesta realizada correctamente puede ofrecer efectos favorables en el control emocional, capacidad de concentración, productividad en el trabajo e incluso para mejorar la memoria.
La Sociedad Española del Sueño destaca la siesta como un factor importante para el organismo. Y es que la relación positiva entre el descanso y la salud está más que comprobada científicamente.
Cómo dormir una siesta adecuadamente
Para potenciar los beneficios de la siesta es necesario tener en cuenta una serie de elementos claves que pueden ayudarnos de forma considerable. Por ejemplo, el momento en el que se realiza, el tiempo de duración o el lugar.
Así, la mayoría de expertos en la materia recomiendan realizar la acción de la siesta después de comer en el almuerzo, cuando normalmente la persona ya acumula unas ocho horas despierto. Además después de comer suele producirse una sensación de somnolencia debido a un descenso de la temperatura corporal.
Duración de la siesta
Uno de los aspectos más importantes respecto a la siesta es la duración de la misma. En este sentido, la comunidad científica recomienda no superar los 30 minutos. Y es que una duración superior puede llevarnos a un sueño profundo y generar efectos adversos.
Una siesta larga puede provocar mayor sensación de cansancio al momento de despertar. Además, también puede provocar insomnio por la noche, alterando los ritmos circadianos.
A pesar de los efectos reparadores de la siesta, ayudando a recuperar energía, estudios recientes confirman que la siesta en ningún caso debe sustituir al descanso adecuado nocturno. Es decir, para que los efectos favorables de la siesta se produzcan, es necesario dormir al menos ocho horas diarias por la noche.
Lugar adecuado
Por otra parte, los expertos indican que para dormir la siesta adecuadamente es recomendable optar por un lugar silencioso, no muy iluminado y en el que la persona pueda adoptar una posición cómoda. En cuanto a la postura, basta con reclinarse sin forzar el cuello o la espalda.
Además, los expertos recomiendan arroparse durante la siesta, ya que en ese momento el cuerpo descenderá su temperatura por norma general.
Beneficios para la salud
Teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente, desde la Fundación Española del Corazón (FEC) enumeran diferentes beneficios para la salud de dormir la siesta, siempre que se sigan las pautas recomendadas por los expertos.
Entre estos beneficios, destaca que ayuda a reducir el riesgo de desarrollar cardiopatías, disminuye la tensión arterial, mejora la concentración, facilita el aprendizaje, mejora el estado de ánimo y estimula la creatividad.