Con el inicio de febrero de 2025, los trabajadores ya han notado el impacto de los cambios aplicados desde el 1 de enero en sus nóminas. Uno de los ajustes más relevantes es el incremento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una cotización adicional que reduce ligeramente el salario neto y que forma parte de la reforma del sistema de pensiones en España.
Este cambio afecta tanto a los trabajadores del Régimen General como a los autónomos, y su objetivo es garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en los próximos años.
¿Cómo afecta el MEI a las nóminas en febrero de 2025?
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional comenzó a aplicarse en 2023, pero su impacto real en las nóminas se ha intensificado con la subida establecida para 2025. Desde enero, el descuento ha aumentado al 0,8%, lo que supone una reducción directa en el salario neto de los empleados.
La distribución del nuevo porcentaje es la siguiente:
- 0,67% a cargo de la empresa.
- 0,13% a cargo del trabajador.
En términos prácticos, la reducción en la nómina es de menos de 2 euros al mes en la mayoría de los casos. No obstante, este porcentaje seguirá aumentando progresivamente hasta alcanzar el 1,2% en 2029.
Un sistema de pensiones en plena transformación
Este incremento del MEI es solo una parte de la reforma de las pensiones iniciada en 2011, que estableció un retraso progresivo de la edad de jubilación hasta los 67 años en 2027 para quienes hayan cotizado menos de 38 años y 6 meses.
Además, en 2025 se han endurecido las condiciones para acceder a la jubilación con el 100% de la pensión, lo que afecta a miles de trabajadores que tenían previsto retirarse próximamente.
¿Hasta cuándo estará vigente el MEI?
Según estimaciones del BBVA, la cotización del MEI se mantendrá hasta 2032, momento en el que el Gobierno evaluará si ha cumplido su objetivo de recaudar entre 2.000 y 3.000 millones de euros anuales. Si no se alcanzan estas cifras, la medida podría extenderse hasta 2050 o incluso aumentar su porcentaje de cotización.
El objetivo del MEI es garantizar el pago de las pensiones de la generación del baby boom, un desafío clave para la sostenibilidad del sistema público en las próximas décadas.