Los autónomos son para muchos, una especie de deportistas de riesgo. Bien es cierto, que como todo en la vida, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por una parte, se trata de un trabajo en el que la persona es la que toma las decisiones sobre el camino a seguir, además de ser proyectos que por lo general, ilusionan a quienes los llevan a cabo. De este modo, se llevan a cabo negocios de diferente índole en la que el resultado depende en parte de su creador.
Pero solo en parte. Pues el lado negativo, es que los resultados positivos no están asegurados. Esto conlleva un riesgo que comienza por el hecho de que si no va bien, no hay ganancias y esto, además de tener como consecuencia que el autónomo no tenga ingresos, puede conllevar incluso pérdidas por la inversión realizada. Por tanto, se trata de un riesgo que el propio autónomo tiene que asumir.
El riesgo de los autónomos
Sin embargo, los inconvenientes no terminan con el riesgo que asume el propio autónomo. Es decir, no es solo una cuestión personal en la que se lanza u proyecto, y se obtienen ganancias si va bien, y pérdidas si va mal. Cada proyecto conlleva una serie de aristas que no dependen solo del autónomo. En este sentido, una de las fundamentales es la que tiene que ver con las responsabilidades fiscales y en definitiva, con la administración pública, que conlleva un proyecto de un autónomo.
Es por ello, que no todo el mundo se decide a dar el paso de montar un negocio de forma autónoma. Pues no se trata solo de tener una idea, que el emprendedor tenga como buena, es importante contar con una cierta seguridad económica que permita al autónomo correr el mínimo riesgo posible. Pero, ¿Ayuda la administración realmente a las personas que quieren ser autónomos? Pues son muchas las promociones que se publicitan para alentar a emprender, pero, ¿Hay facilidades?
Este experto en contabilidad desvela una medida que perjudica a los autónomos
Hay un experto que lo tiene claro: Los autónomos sufren una injusticia que debería ser revisada. Se trata de Alejandro Navarro Domínguez, un asesor fiscal y contable, que ha denunciado a través de un post en su perfil de Linkedin, una injusticia que bajo su criterio, parte de los autónomos sufren. En este sentido, Navarro asegura que una persona por cuenta ajena se deduce 2.000 euros solo por trabajar, pero lanza una pregunta: «Y, ¿El autónomo?».
Él mismo procede a explicar la deducción del gasto por difícil justificación. « Estos, se aplican en relación a los supuestos gastos que te pueda generar tu trabajo como puede ser material de oficina no facturado, desplazamientos no documentados, etc.», explica el experto, ampliando que «al asalariado le aplican una deducción automática de 2.000 euros. Al autónomo le aplican: un 5% de su rendimiento neto pero con tope de 2.000 euros.
Pero, ¿Dónde está el problema? En este sentido, Navarro asegura que si «ganas poco, te ves perjudicado por esta medida… Pues un autónomo que gana 12.000 euros al año (1.000 €/mes) solo se deduce 600 euros (12000 x 5%). En cambio, uno que gana 40.000 euros, se lleva los 2.000 euros completos. Una diferencia de 1.400 euros… solo por ganar más».
Así mismo, concluye que sabe que «la naturaleza de este gasto de difícil justificación reside en que hay gastos que el propio trabajo genera, pero entonces, ¿Por qué los asalariados sí, y los pequeños autónomos, no?». Pues según esta explicación, «al que menos tiene, menos se le ayuda. Y si lo comparamos con un asalariado, peor todavía. Porque ese, gane lo que gane, tiene sus 2.000 euros asegurados».