Es justo y necesario realizar una dieta lo suficientemente rica y variada en alimentos que posean la suficiente Vitamina K en sus filas.
La Vitamina K se conoce también como la Fitomenadiona o Naftoquinona, y es una vitamina soluble en grasa que se conoce principalmente por coagulación sanguínea.
Hay muchas razones que ratifican la primera afirmación, pero una sobre todas ellas: la salud es un asunto primordial y debemos velar por ella con nuestro estilo de vida.
En cualquier plan de bienestar entra la Vitamina K, de la que debemos destacar sus grandes propiedades para nuestro organismo. Además de trabajar en rebajar la presión arterial, esta vitamina beneficia directamente la salud de nuestros huesos del cuerpo.
Pero no es tanta la influencia que mantiene para evitar ciertas situaciones de nuestro cuerpo como para la prevención de otras enfermedades.
Porque hay estudios que avisan que la Vitamina K ayuda a prevenir el desarrollo de aterosclerosis o la osteoporosis. Representa también la resistencia a la insulina y evita la inflamación de las articulaciones.
Alimentos con Vitamina K
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), cuenta que podemos encontrar la Vitamina K en muchos alimentos de nuestra vida diaria.
Especialistas en nutrición y dietética piden que tomemos nota de los siguientes alimentos para que los incluyamos en nuestra dieta rica y variada:
- Hortalizas de hojas verdes, tales como la espinaca, el brócoli, la col rizada o la lechuga, entre otras.
- Aceites vegetales.
- Frutas como los arándanos azules y los higos.
- Carne, queso, huevo y salsa de soja.
Desde el mismo Instituto Nacional de Salud evidencian que la deficiencia grave de Vitamina K no es usual.
En Estados Unidos, normalmente, a las personas no les hace falta tomar suplementos vitamínicos de Vitamina K porque los alimentos se la proporcionan.
En ese grupo de personas a las que les cuesta un poco más llegar a este nutriente están las personas con ciertos trastornos como la fibrosis quística o la enfermedad celíaca.
Igualmente, dejan claro que los recién nacidos no reciben ningún tipo de dosis con Vitamina K.
Efectos
Según establece el NIH, quienes tienen acceso a la Vitamina K tienen unos huesos más fuertes y menos probabilidades de sufrir ciertas roturas óseas.
Aún hay mucho que investigar en materia de vitamina, pero lo que sí está claro es que ni mucho menos es perjudicial para nuestro organismo.
En el Instituto Nacional de Salud se estudia además si los niveles bajos de esta vitamina aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca.
Pese a la guía de alimentos con los que podremos obtener dicha Vitamina K, los sanitarios especifican que no suelen estar preocupados por la falta de este nutriente hoy día.
Es más, coinciden en que nuestra alimentación está más que preparada para conseguir las cantidades de Vitamina K que necesitamos en nuestro organismo.