Con el paso del tiempo nos vamos dando cuenta en realidad de la importancia que tienen las vitaminas. Especialmente, por ejemplo, nos fijamos en lo relevante que es la vitamina K, uno de los nutrientes por excelencia que debemos mantener siempre en nuestro plan alimenticio. Ocurre que no siempre sabemos encontrar los alimentos con más vitamina K, pero todo es cuestión de saber buscar.
Pasa igual con los anticoagulantes orales, que retrasan lo que conocemos como la coagulación de nuestra sangre. Y eso a veces es importante para nuestro corazón.
Las vitaminas nos dan ese plus de salud que necesita el organismo, y no debemos ni mucho menos subestimar su poder, porque también es algo que afecta directamente sobre nuestra salud.
¿Qué es y para qué sirve la vitamina K?
Para quien no lo sepa a estas alturas, la función de la vitamina K es poder producir proteínas que ayuden a coagular nuestra sangre. ¿Entiendes ahora por qué es vital cuidarla?
Porque así el cuerpo tendrá la autonomía suficiente como para poder cuidara nivel sanguíneo de sí mismo. Todo ello siempre que respetemos el consumo de esta vitamina.
Es justo mencionar que un exceso o déficit puede alterar el estado de coagulación de los pacientes. De forma que hay que mantener una ingesta clave evitando un consumo excesivo diario de alimentos.
En lo que se refiere a alimentos con índices altos de vitamina K, destacan sobre todo algunas verduras, que además de ser sanas, nos aportan grandes virtudes vitamínicas. Hablamos de:
- Espinacas
- Col rizada
- Repollo
- Col de Bruselas
- Brócoli
- Remolacha
Igual ocurre con las frutas con mayor vitamina K, donde destacan por ejemplo el kiwi, los higos, las pasas o las ciruelas, además del aguacate.
Los expertos en nutrición y dietética recomiendan que consumamos al menos dos raciones de vegetales, tres raciones de fruta al día y 2-3 raciones de legumbre semanales.
¿Qué enfermedades se producen por la falta de vitamina K?
Los sanitarios coinciden en que es difícil para el paciente sufrir una deficiencia de vitamina K, por lo extendida que está por todos los alimentos.
En el caso de que exista una falta grave de este nutriente, puede provocar hematomas, y problemas en el sangrado, porque con menos vitamina K, la coagulación de la sangre es más lenta.
Asimismo, la deficiencia de vitamina K podría reducir la fuerza de los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis. Eso se debe a que nuestros huesos necesitan vitamina K para la salud ósea.
Es decir, cuanta más vitamina K tengamos, más difícil será por ejemplo que suframos una rotura de tipo óseo en nuestro cuerpo, reduciendo el riesgo de osteoporosis.