El ajo es un ingrediente fundamental en la cocina de nuestro país. Es un elemento básico para aportar sabor a cualquier receta que tengamos en mente. Pero además, es un alimento que tiene grandes beneficios para la salud. Entonces, ¿Dónde está el problema para querer sustituirlo? La mala fama del ajo es debida al mal olor que deja en el aliento de la persona que lo ha consumido. Un olor, que además puede durar horas sin poder hacer nada al respecto.
Pero no solo es fundamental en la cocina española, el ajo es un ingrediente que destaca por su sabor y aroma intenso, lo cual lo hace esencial en la gastronomía de muchos lugares del mundo. Pero, ¿De dónde viene el ajo? Se trata de una planta bulbosa que pertenece a la familia de las aliáceas y aunque es originario de Asia Central, se cultiva ya desde hace años en muchos lugares del mundo.
Puede que su sabor sea una de las razones por las que se ha convertido en elemental para las cocinas de medio mundo, sin embargo, puede haber otra razón. Y es que el ajo es una planta muy resistente capaz de adaptarse a distintos climas y condiciones de cultivo. Esta cualidad, hace que sea cultivable en casi cualquier lugar. Cabe señalar, que su cultivo se hace mediante bulbos que crecen bajo tierra y que no solo su ‘cabeza’ es comestible’, pues el tallo verde que crece de él, es popular también en la cocina.
No obstante, hay otro ámbito, fuera de la cocina, donde este ingrediente es efectivo y popular. Nos referimos al ámbito de la salud. Y es que las propiedades beneficiosas del ajo son tan conocidas, que van más allá de la sencilla sabiduría popular y ha sido objeto de varias investigaciones científicas que respaldan que este alimento tiene propiedades medicinales muy eficientes para diferentes ámbitos.
SUSTITUTOS DE ESTE INGREDIENTE PARA QUE NO TE HUELA EL ALIENTO
A pesar de todos los beneficios que ofrece este ingrediente, el ajo tiene un lado menos amable. Y es que al consumirlo, deja en la boca un fuerte hedor que queda durante horas sin poder hacer nada. Un aliento fácilmente identificable y que puede resultar molesto no solo para quien lo sufre, sino para todo su entorno.
Por este motivo, y a pesar de ser beneficioso para muchos aspectos de salud, se recomienda consumirlo con moderación, sobre todo, aquellas personas que sufran algún problema estomacal grave. Y es que debido a este fuerte sabor, hay personas que pueden ver agravado o incluso desarrollar, un problema digestivo o de mal aliento persistente. Por otra parte, es importante reseñar que las personas que tomen medicamentos anticoagulantes, corren el riesgo de sangrado si consumen bastante ajo, por lo que deberían consultar a su médico antes de seguir consumiendo este ingrediente.
Si atenemos a este problema, son muchas las personas que no podrán o preferirán no consumir ajo. Pero sustituir este ingrediente no es tarea fácil, pues el sabor que aporta a las comidas es casi único. O, ¿No? Lo cierto es que existen otros ingredientes que pueden jugar el mismo papel en la cocina pero sin dejarte mal aliento. Algunos de estos sustitutos pueden ser el apio, la asafétida, el comino, el hinojo, el cebollín, la raíz de apio, el pimiento morrón, el jengibre o la pimienta en grano.
BENEFICIOS DEL AJO PARA LA SALUD
Como hemos comentado anteriormente, el ajo, además de ser un ingrediente fundamental en la gastronomía de nuestro país, es un elemento muy beneficioso para la salud. Y es que diversos estudios científicos han demostrado como este alimento puede ser la solución para diversas enfermedades. En este sentido, son destacables sus propiedades antibacterianas y antivirales, y es que contiene compuestos sulfurados que puede ayudar a combatir una infección.
También hay publicaciones que demuestran como un consumo regular de ajo puede ayudar a reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Del mismo modo destacan sus propiedades antioxidantes y que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Tiene además propiedades antiinflamatorias y es perfecto para reforzar el sistema inmunológico.