En los últimos tiempos, la sociedad se ha preocupado por las personas con discapacidad de manera que hoy es normal cruzarse en la calle con mujeres, hombres y niños en sillas de ruedas eléctricas que recorren el barrio, entran en los supermercados y tiendas o simplemente pasean al sol. Se desplazan en coches preparados para la conducción según las necesidades, estudian, van a la universidad. Van desapareciendo las barreras arquitectónicas. Esto les ha dado libertad y expansión. También el mercado laboral se ha favorecido del aporte de personas con discapacidad que no por tener una dificultad física son menos aptas para el trabajo.
El mundo se está abriendo para este colectivo con necesidades especiales, están aflorando, y ahora llega también un nuevo modelo de vivienda que promete resolver el problema de la vejez y la soledad que ya existe de por sí, y, sumado a discapacidad, su envergadura se multiplica.
En la concepción actual de sociedad hay un agujero negro que no parece que vaya a cambiar en poco tiempo. La tendencia a la adquisición en propiedad de una vivienda para la formación de una familia hace que, en su evolución, llegue un día en que los progenitores se queden solos, muchas veces en casas muy grandes que no son compartidas. Con las mermas de ingresos por causa de la jubilación y el aumento de problemas físicos debido a la edad, muchas, demasiadas veces, las vidas de las personas mayores se vuelven solitarias y la única alternativa parecía ser el ingreso en una residencia.
No todos piden una residencia
Pero no todas las personas mayores solas necesitan una residencia. Las hay que, a pesar de la edad y de las diferentes enfermedades que pueden aparecer se mantienen hábiles y activas, realizan diferentes tareas, trabajan o se dedican al arte o cuidan a sus nietos.
Fue debido a estas cuestiones que un grupo de afectados de esclerosis múltiple que se habían quedado solos por diferentes circunstancias, empezaron a investigar una forma de ir a vivir juntos para ayudarse mutuamente. Con la misma o parecida discapacidad y comprensión mutua de sus múltiples síntomas, llegaron al concepto de “Vivienda colaborativa o Cohousing”.
Cohousing
Con relación al modelo “cohousing” hay una amplia información en la red. Aquí vamos a hablar de “AFLOREM: el primer proyecto de viviendas colaborativas o cohousing para personas con discapacidad física”.
La entidad elegida para la creación y gestión de AFLOREM fue cohousing_LAB, que asesora y acompaña durante todo el proceso a grupos de personas que impulsan una iniciativa de viviendas colaborativas. Los técnicos de cohousing_LAB han apoyado desde un comienzo con determinación esta causa y siguen trabajando intensamente en el proyecto para que AFLOREM florezca.
AFLOREM, www.aflorem.org, estará ubicado en el barrio del Gorg de Badalona. Contará con 12 viviendas para doce socios que deberán estar registrados como personas con discapacidad física con un mínimo del 33% de discapacidad. Constará con 4 apartamentos de 2 habitaciones para parejas con hijos y 8 apartamentos para parejas o solteros.
La cooperativa contará con los siguientes servicios comunitarios: comedor, gimnasio, piscina, terrazas, jardín, sala de juntas, lavadero, energía fotovoltaica y servicios como fisioterapia, aqua gym, cocinero, limpiador, y los que el consejo rector de la cooperativa AFLOREM decida.
También contará con ayudas de voluntarios, apoyo de instituciones y de socios colaboradores que aporten donaciones.
Este proyecto viene realizándose desde hace dos años en que se conformó la Cooperativa AFLOREM. En 2019, intervino en el programa La Nit dels Savis de Canal Terrassa, y también participó de entrevistas en BDN Televisió y Radio de Badalona.
Premiado por Zardoya Otis
Recientemente, la iniciativa fue galardonada con el premio Zardoya Otis “Por un mundo sin barreras” al mejor emprendimiento para personas con discapacidad.
Cuenta con el apoyo de la Fundación de Esclerosis Múltiple (FEM) en cuanto a difusión y asesoramiento.
Actualmente los socios impulsores Elsa, Carmen y Álex se reparten las tareas de presidente, secretario y tesorero. Hacen reuniones mensuales, en este momento telemáticas, para captar los ocho socios que faltan para llenar el cupo de la Cooperativa y comenzar a construir.
Quien desee participar de las reuniones informativas, puede apuntarse escribiendo un correo a info@cohousinglab.com para reservar su plaza. En estas sesiones se explica el fundamento de la convivencia en un sistema Cohousing, compartiendo tareas y beneficios en un edificio diseñado a medida para facilitar todas las necesidades de la comunidad.
Es así como un colectivo vulnerable, como es el de las personas con esclerosis múltiple u otra discapacidad física, vivirán en un entorno totalmente adaptado donde encontrarán una nueva razón para vivir. Será un lugar donde desplegar su pasión, ese talento que todos tenemos dentro, y desarrollar una vida plena compartiendo con sus vecinos las tareas cotidianas, el ocio, el aprendizaje permanente y, en definitiva, la alegría de formar parte de un proyecto pionero como será – y ya es – la Cooperativa Cohousing AFLOREM.