Advierten de la importancia de lavar las mascarillas N95

Este estudio ha evidenciado la importancia de lavar las mascarillas para frenar la propagación del nuevo coronavirus

Mascarillas N95 coronavirus

Mascarillas N95

Un estudio realizado por la Universidad de California (EEUU) ha alertado que mientras las mascarillas N95 y quirúrgicas reducen el número de aerosoles, las mascarillas de tela casera atrapan las gotitas y pueden esparcir un gran número de partículas en el aire. Por lo que han advertido de la importancia de lavarlas correctamente para evitar contagiarnos de coronavirus.

La investigación, publicada en la revista Scientific Reports, señaló que el uso de mascarillas y otros revestimientos faciales se ha convertido en un instrumento importante para reducir la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.

Pero si bien las pruebas demuestran que las cubiertas faciales reducen en general la propagación de las partículas transportadas por el aire que contienen el virus, los científicos, incluidos los de la Universidad de California Davis (UC Davis) en los EE.UU., señalaron que hay poca información sobre la eficacia de las mismas en comparación con las demás.

Los científicos llevaron a cabo el estudio para medir el flujo de partículas de los voluntarios que llevaban mascarillas N95 mientras realizaban «actividades respiratorias». Estas consistían en respirar, hablar, toser y mover la mandíbula como si estuvieran comiendo.

Según el estudio, estas partículas son lo suficientemente pequeñas como para mantenerse flotando en el aire a una distancia considerable. Sin embargo, son lo suficientemente grandes como para transportar el coronavirus que causa el Covid-19.

También descubrieron que una fracción de las personas son «superemisores», es decir, que emiten muchas más partículas que el promedio.

Durante el estudio

En el estudio, 10 voluntarios se sentaron frente a un embudo en un armario de flujo laminar que extrajo aire de frente a sus caras en un dispositivo que medía el tamaño y el número de partículas que exhalaban. Uno de los voluntarios en el estudio era un súper emisor que producía sistemáticamente casi 100 veces más partículas que los demás al toser, dijeron los científicos.

Los voluntarios no llevaban mascarilla, una mascarilla quirúrgica de grado médico, dos tipos de mascarilla N95 (con o sin ventilación), una mascarilla de papel casera o una mascarilla de tela de una o dos capas hecha con algodón.

El estudio encontró que al hablar se desprendían alrededor de 10 veces más partículas que la simple respiración sin usar una máscara. Además, la tos forzada producía una cantidad variable de partículas. En todos los escenarios de la prueba, las máscaras quirúrgicas y mascarillas N95 bloquearon hasta el 90 por ciento de las partículas, en comparación con la no utilización de una máscara, dijeron los investigadores.

Las cubiertas faciales también redujeron las partículas transportadas por el aire del superemisor, anotó el estudio. Sin embargo, los investigadores dijeron que las máscaras de algodón caseras en realidad producían más partículas que las que no usaban máscara. De acuerdo con los científicos, éstas parecían ser fibras diminutas liberadas por el tejido.

Las máscaras de algodón producían partículas por sí mismas. Por ello, los investigadores dijeron que es difícil si también bloqueaban las partículas exhaladas. Sin embargo, agregaron que al menos reducía el número de partículas más grandes.

Tras el estudio, se llegó a la conclusión de que las mascarillas son muy eficaces para reducir la propagación de las partículas en el aire. Pese a ello, resaltan una vez más la importancia de lavar con regularidad las mascarillas N95.

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