El actor Jordi Sánchez y su mala experiencia con el Covid-19: «Si no podía andar, iba a crearme un personaje en silla de ruedas»

Jordi Sánchez, conocido por su papel de Antonio Recio en LQSA, habla sobre como pasó la enfermedad que le tuvo 24 días en coma

La pandemia del Covid-19 ha dejado situaciones totalmente desoladoras. En España, y según datos oficiales, han fallecido más de 90.000 personas como consecuencia de esta enfermedad. Una persona que lo pasó muy mal con el coronavirus fue el actor Jordi Sánchez, conocido por su papel como Antonio Recio en la serie La que se Avecina. 

A sus 57 años, el mes de febrero de 2021 quedará para siempre en su retina. El día 5 del segundo mes del año, Jordi Sánchez entró en coma, una situación en la que estuvo durante 24 días. Se temía por su vida. Después fueron duras semanas de recuperación, aunque ya hoy día su vida vuelve a ser normal.

Todo ello ocurrió cuando estaba acabando el rodaje de la serie Señor, dame paciencia. Como asegura en una entrevista en el diario El Mundo, «el rodaje fue horrible. Mi padre, que estaba muy enfermo y con Alzheimer, murió a la mitad por Covid-19 y luego fui yo el que me puse malísimo y me tuve que ir cuando me quedaban sólo dos escenas por grabar».

Como señala Jordi Sánchez, la enfermedad no le ha dejado secuelas al actor, que sigue hacía delante con sus proyectos.

Jordi Sánchez nunca pensó en dejar de ser actor

Jordi Sánchez es sincero y señala que nunca pasó por su cabeza la idea de acabar su carrera, a pesar de lo mal que lo pasó con la enfermedad. De hecho, en caso de que el Covid-19 le hubiera dejado secuelas, se hubiera planteado actuar en silla de ruedas.

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«Pensé que tendría que hacer papeles sentado pero no que iba a dejar de ser actor. Iba a seguir siendo actor porque la cabeza me funcionaba bien, podía hablar bien… Si no podía andar, iba a crearme un personaje en silla de ruedas, pero no me planteé dejarlo», manifestaba el actor.

Lo que ha aprendido tras un mes en coma: «Me puedo morir de un día para otro»

En la entrevista a El Mundo, Jordi Sánchez asegura que «hay mucha gente que hace esa reflexión de que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes. Yo lo tenía muy claro antes del coma, no me hacía falta este palo».

Sin embargo, en su caso, el coma no le ha enseñado nada, y es que él asegura que ya sabía lo buena que era su vida. Los 24 días que paso en coma no le sirvió para darle valor a lo que ya se lo daba de antes.

De hecho, lo único que saca de esa experiencia es que le «ha enseñado que me puedo morir de un día para otro o que me puede cambiar la vida si no puedo andar. Sólo he tomado consciencia en ese sentido, poco más».

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