La Organización Nacional de Ciegos Españoles, conocida como ONCE, es una de las organizaciones que más apuestan por la accesibilidad de las personas con discapacidad. Su compromiso y vocación de servicio hacia las personas ciegas o con otra discapacidad siempre buscan mejorar su autonomía personal y su calidad de vida.
Desde la ONCE, organización con más de 80 años de experiencia, destacan que que «vivimos en una sociedad dinámica, compleja, tecnificada, y que aparentemente ofrece nuevas y mayores oportunidades de desarrollo personal, de bienestar social y calidad de vida».
Pero una sociedad que debe de ofrecer la misma igualdad de oportunidades a todas las personas, por lo que la accesibilidad es un término que se debe de poner en práctica.
En el caso de las personas con discapacidad visual, como destacan desde la ONCE, los avances y la incuestionable supremacía visual pueden llegar a «convertirse en nuevas barreras y factores de exclusión para su plena participación e integración en la comunidad».
Por ello hace tanto hincapié en la importancia de que tecnología y accesibilidad vayan de la mano y no deja a nadie detrás. Es lo que se conoce como brecha digital.
De esta forma, destaca que los ciudadanos y consumidores de bienes y servicios tienen derecho a acceder de forma autónoma a todos los lugares y a la información que se proporciona.
El objetivo, en palabras de la ONCE, debe ser conseguir «que cualquier persona pueda usar y disfrutar los entornos con seguridad, comodidad y autonomía». Ese es el reto al que se enfrente la sociedad. Por ello, entre las acciones que realiza la ONCE, es prioritaria la de contribuir a que los entornos, bienes y servicios sean totalmente accesibles para las personas con discapacidad visual.
¿Qué es la accesibilidad para la ONCE?
Desde la ONCE señalan que antes «la accesibilidad se asociaba directamente con la necesidad de eliminar las barreras físicas, como causantes de estos problemas».
Sin embargo, con el paso de los años, este concepto ha ido evolucionando. Actualmente «se considera a la persona y a su entorno como un todo, y se asume que además de intervenir sobre ella para que desarrolle estrategias para su autonomía, el medio en el que se desenvuelve debe diseñarse con el objetivo de asegurar la normalización y sus derechos como ciudadano».
De esta forma, «la accesibilidad se ha convertido en uno de los mayores retos y es un indicador claro del progreso y del desarrollo social alcanzados», como señalan desde la ONCE.
La ONCE y la accesibilidad de las personas con discapacidad visual
Desde la Organización Nacional de Ciegos Españoles señalan que la visión permite interpretar de forma rápida y global el entorno. En este sentido, «gracias a ella se desarrollan conductas motoras que permiten estructurar y controlar el espacio».
Esto es algo, que en palabras de la ONCE, «resulta fundamental para dirigirse a un lugar concreto, moverse por un edificio y realizar todo tipo de acciones, en definitiva, desplazarse y hacerlo de manera autónoma».
Esto provoca que las personas con discapacidad visual deben sustituir o complementar estas capacidades por habilidades perceptivas específicas. Estas se apoyan en un mayor uso de los demás sentidos.
Para hacer que los entornos sean más accesibles se pueden llevar a cabo varias acciones:
- Posibilitar la orientación en los espacios.
- Facilitar la localización de puntos de interés, objetos, etc.
- Minimizar los peligros y alertar de posibles riesgos.
- Recibir de forma comprensible la información disponible para realizar acciones, tomar decisiones, etc.
- Compensar las carencias para percibir los contenidos que son puramente visuales.
La ONCE siempre apuesta por mejorar la accesibilidad de los entornos para favorecer a la inclusión social.