El DNI es el documento oficial que identifica a cada uno de los ciudadanos de nuestro país. Es obligatorio a partir de los 14 años aunque es posible tenerlo antes. Esto hace que estemos absolutamente familiarizados con esta tarjeta y que nos sepamos perfectamente el número que a cada uno nos pertenece.
Pero, ¿qué hay detrás de la historia del DNI?, ¿cuándo se creó?, ¿cómo?. Si nos paramos a pensar, son muchas las curiosidades sobre el DNI que desconocemos a pesar de convivir con él cada día.
Pero también hay historias de dudosa veracidad que van extendiéndose entre la población. Por ejemplo, la numeración del DNI es una de las cosas que más mitos y leyendas levantan: Desde que nos pueden asignar el número de alguien que ya ha fallecido, hasta que la numeración es aleatoria. Siendo así, ¿podemos saber a quien perteneció el número 1?
El número 1 del DNI perteneció a su creador
En 1944, por orden de Francisco Franco, se pone en marcha un concurso público para diseñar cómo será el DNI, un documento hasta la fecha inexistente y que serviría para identificar a todos los españoles. Las características que esta tarjeta debía cumplir era:
- Tener un tamaño que se ajustara a la cartera de bolsillo.
- Tener espacio para: los datos personales, impresión dactilar y una fotografía.
- Que la tinta fuese inalterable.
Así que efectivamente, el número 1 del DNI pertenece a Francisco Franco que fue quien ordenó su creación. Pero no es el único número que quedó asignado de manera prioritaria. Su mujer, Carmen Polo, tenía el número 2, y su hija, Carmen Franco, el 3. Además, se reservaron los dígitos del 10 al 99 para la Familia Real española, siendo el número 10 del DNI el del rey emérito, Juan Carlos I.
Una vez retirados estos números, el proceso de asignación de DNI siguió el orden que quien gobernaba decidió que era prioritario en ese momento hasta completar y llegar a toda la población. Este orden quedó establecido de la siguiente manera:
- Primero, aquellos obligados a formalizarlo: presos y personas en libertad vigilada.
- Segundo, los hombres que por su profesión o negocio cambiaban habitualmente de domicilio.
- Tercero, también hombres pero residentes en poblaciones de más de 100.000 habitantes, y más tarde, hombres de ciudades entre 25.000 y 100.000 habitantes.
- En cuarto lugar, mujeres que viajaban por motivo de trabajo.
- Finalmente, el resto de la población.
Cabe señalar, que no fue un proceso tan ordenado ni exacto como pueda parecer según el proceso de asignación establecido. El hecho de que su modo de emisión fuese manual y no mediante sistemas informáticos como actualmente, dio lugar a cientos de documentos con datos erróneos y DNI que se expidieron por duplicado.