España se encuentra en pleno proceso de aumento de la edad ordinaria de jubilación, al igual que la mayoría del resto de países de la Unión Europea. En los últimos años, la esperanza de vida se ha incrementado hasta los 80 años de media en España, a lo que hay que sumar un importante descenso de la natalidad, algo que tiene su efecto en las pensiones.
Por norma general, la edad ordinaria de jubilación en España es de 65 años, aunque se exige el cumplimiento de un número de años cotizados a la Seguridad Social para ello. En este año 2022, los ciudadanos españoles pueden jubilarse con 65 años en caso de haber cotizado durante al menos 37 años y seis meses a la Seguridad Social. Dichos requisitos de cotización volverán a incrementarse en 2023.
En 2022, los españoles que hayan cotizado menos de 37 años y seis meses tendrán que acceder a la jubilación con al menos 66 años y dos meses de edad. Así lo establece la normativa de la Seguridad Social al respecto.
Subida en la edad de jubilación
En la reforma de pensiones del año 2011, el Gobierno de España estableció un aumento en la edad de jubilación de 65 a 67 años en un horizonte de 15 años, siguiendo las recomendaciones del Pacto de Toledo. Es decir, aumentar de forma progresiva la edad de acceso a la jubilación desde 2013 hasta el año 2027.

Así, cada año se aumenta la edad ordinaria de jubilación junto con los años de cotización exigidos para ello. De esta forma, las personas que deseen jubilarse en 2023 con 65 años, deberán acreditar una cotización a la Seguridad Social de al menos 37 años y nueve meses.
Del mismo modo, las personas que hayan cotizado menos de 37 años y nueve meses a la Seguridad Social, deberán acceder a la modalidad de jubilación ordinaria con 66 años y cuatro meses. Estas condiciones seguirán creciendo hasta el mencionado año 2027.
Otras modalidades
Anteriormente nos hemos referido a la modalidad ordinaria de jubilación, pero también existe la posibilidad de jubilarse de forma anticipada con respecto a la edad ordinaria que corresponda en cada año. Esto ocurre con la modalidad de jubilación anticipada, que permite una retirada prematura en caso de cumplir determinados requisitos.
Por motivos de discapacidad, los ciudadanos españoles pueden jubilarse hasta con 52 años o 56 años, dependiendo del grado de discapacidad que presenten y el cumplimiento de determinados requisitos. En el caso de modalidad anticipada voluntaria, los ciudadanos pueden jubilarse con dos años de antelación como máximo respecto a la edad ordinaria; mientras que en la modalidad anticipada involuntaria, es posible jubilarse con hasta cuatro años en referencia a la edad ordinaria.
Además, trabajadores pertenecientes a profesiones específicas, tienen la posibilidad de jubilarse de forma anticipada en España hasta con 60 años de edad, como ocurre con el colectivo de artistas.
Por otra parte, también existe la posibilidad de retrasar la vida laboral más allá de la edad ordinaria, conociéndose esta modalidad como jubilación demorada, por la que el ciudadano puede obtener beneficios económicos para su pensión. Finalmente, encontramos la jubilación activa, que permite al ciudadano compatibilizar parte del cobro de la pensión contributiva y el desarrollo de una actividad laboral.