Una hora y treinta tres minutos. Ese es el tiempo que separa a Sevilla de uno de los atardeceres más espectaculares de Andalucía. Es cierto que la capital hispalense está repleta de arte, cultura y tradición en cada uno de sus rincones, además de una gastronomía muy característica; sin embargo, el lugar ideal para ver la puesta de sol se encuentra en una provincia colindante, donde, precisamente, el atardecer es una de sus señas de identidad.
Como no puede ser de otra manera, hablamos, efectivamente de Cádiz. La famosa playa de La Caleta muestra atardeceres de ensueño, iluminándose el cielo de un color naranja rojizo tan característico de este momento del día y donde las barquitas de pescadores yacen a los pies de la orilla tras una jornada faenando por las aguas del Atlántico. Este momento es, sin duda, una de las verdaderas joyas de Andalucía y una estampa impresionante para todos los afortunados que puedan vivirla en directo.
A hora y media de Sevilla
La playa más popular y con más «personalidad» de Cádiz capital se encuentra a un paseo de Sevilla. Apenas 120 kilómetros separan ambos puntos, por lo que no es inusual para muchos residentes en la capital de Andalucía coger el coche e ir a pasar el día por la Tacita de Plata. También, es cierto, acompaña el buen clima que presenta la ciudad y la gastronomía, en la que destaca el clásico cartucho de pescaíto frito.
De esta manera, la playa de la Caleta no es solo un lugar para la diversión y el baño, sino que tiene una carga histórica fundamental: aquí comenzaba el canal que comunicaba las dos islas que originaron el Cádiz actual. Y ha sido un punto de atraque de embarcaciones desde, al menos, la época de los fenicios. Y, desde luego, no se podría entender el popular barrio de La Viña sin el estrecho vínculo que lo une a este paraíso natural y en mitad de la ciudad, lo que la hace más identitaria.
Por tanto, debido a este popular encanto, en cuanto llega el buen tiempo, la playa de la Caleta es una de las opciones preferidas para los bañistas, que acuden para tomar el sol, comer y cenar. Y, por supuesto, compartir conversación y experiencias con cuantos se animen a visitarlos.
La playa con más tradición de Cádiz
La playa de la Caleta es, por definición, la playa más gaditana y popular. Se trata de una franja de arena dorada y fina de unos 450 metros de longitud y una anchura máxima, en bajamar, de 50 metros. Está enmarcada por dos fortificaciones, situadas sobre sus respectivos espigones formados por grandes rocas: el castillo de San Sebastián y el de Santa Catalina. En el primero se encuentra el potente faro de San Sebastián, que durante la noche ilumina a ráfagas la playa y buena parte del barrio de la Viña.
Debido a la bonita estampa que se genera en el atardecer, muchos ‘caleteros’ bajan a la playa con sus sillas y mesas portátiles para montar sus timbas de bingo o de juegos de naipes con sus vecinos, amigos y familiares. Desde luego, es un espectáculo que merece la pena ver y que tiene lugar tanto en verano como en cuanto la temperatura lo permite.
Con el buen tiempo, la playa de la Caleta muestra un agradable ambiente playero desde bien temprano. La mayor parte de los que vienen aquí bajan a la playa con tarteras y sus propias bebidas, en una especie de pic-nic colectivo. Con todo esto, es fácil deducir que el ambiente no es de silencio y relajación, sino más bien de todo lo contrario. Aquí reina la diversión y resulta muy sencillo establecer conversación con los vecinos de toalla.