El Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de Fundación ONCE e Inserta Empleo ha lanzado, con la cofinanciación de la Unión Europea, el Informe 9 Odismet. Dicho estudio informa que la brecha de empleo para las personas con discapacidad ha aumentado casi 8 puntos durante la última década. De esta manera, el acceso a un puesto de trabajo ha mejorado porcentualmente en 3,5 puntos desde 2013. Eso sí, a un ritmo mucho más lento que para el resto de la población, cuya tasa de empleo ha evolucionado 11 puntos en el mismo periodo de tiempo. La consecuencia es que la brecha de este colectivo es mayor ahora que hace diez años.
El coordinador de Estrategia de Datos de Fundación ONCE e Inserta Empleo, Luis Enrique Quífez, fue el encargo de presentar los principales datos del Informe 9 Odismet, que analiza las cifras del último año respecto a la situación laboral de las personas con discapacidad y además hace balance de la evolución durante la última década, desde que Odismet empezó a realizar estos estudios anuales.
La brecha de empleo entre personas con y sin discapacidad se dispara
La brecha en la tasa de empleo entre personas con y sin discapacidad se dispara en una década. Ambos sectores de la población han visto crecer la consecución de un puesto de trabajo, pero lo han hecho a un ritmo muy distinto. Mientras que la tasa de personas sin discapacidad ha subido de 57,1 a 68,1, para quienes tienen discapacidad apenas ha pasado de 24,3 a 27,8. Por lo tanto, la brecha se ha ampliado desde los -32,8 puntos de diferencia que había en 2013 a -40,3 puntos en 2022.
Mientras la tasa entre la población general ha crecido 11 puntos, en el colectivo de personas con discapacidad se fija en 3,5 durante el mismo periodo de tiempo. La diferencia es de más del triple. El Informe 9 Odismet concluye así que “no podemos afirmar que se ha producido un avance en cuanto a integración laboral se refiere”. También empeora la brecha salarial porque el salario medio bruto anual ha aumentado de 22.842,6 euros para las personas sin discapacidad a 26.030. En cambio, en el colectivo con discapacidad apenas ha crecido de 20.553,3 a 21.544,2. La diferencia era de -2.289,3 euros en 2013 y en 2022 ha aumentado hasta -4.485,8, lo que prácticamente supone duplicarse en una década.
La buena noticia: reducción del paro entre las personas con discapacidad
El informe sobre empleo y personas con discapacidad ha dejado un gran sabor de boca. Y es que la tasa de paro identifica una merma del -13,6% para las personas con discapacidad. En el caso de los jóvenes alcanza el -24%, gracias a las diferentes actuaciones y programas establecidos en los últimos años para favorecer su inclusión.
Además, recoge que el desempleo de larga duración se ha visto reducido de manera notable en el colectivo, con 6,9 puntos menos desde 2013. No obstante, más del 50% de los desempleados con discapacidad son parados de larga duración, lo que dibuja un complejo escenario para la integración laboral del colectivo. A ello hay que añadir que el desempleo de larga duración se concentra principalmente en el segmento de 45 a 64 años.
Finalmente, otro elemento positivo es que el volumen de contratos a personas con discapacidad se ha incrementado en un 60%. No obstante, respecto al total de contratos realizados anualmente, el incremento tan solo es de 6 décimas. Y es que el crecimiento de la contratación no responde a una mayor creación de empleo para el colectivo, sino a un incremento del empleo a nivel general.