Un 28 de febrero de 2017, la vida de José Onight, un joven deportista que por aquel entonces tenía 37 años, sufrió un percance que le marcó para siempre, pero que en ningún momento pudo arrebatarle las ganas de vivir y seguir disfrutando de la vida.
Tras pasar unos días ingresados en la UCI, en la le llegaron a dar hasta 48 horas de vida por su crítico estado de salud, los médicos dieron con la tecla y encontraron la bacteria STREPTOCOCUS PYOGENES en su organismo. Esto derivó a una complicada decisión para José: amputar sus piernas para poder frenar la infección que estaba sufriendo.
Ante esta situación, este joven extremeño no se ha rendido y es todo un ejemplo de como afrontar una situación de este calibre. «A partir de aquí mi vida dio un giro de 180º cargado de paciencia, lucha y de optimismo para seguir adelante», cuenta José en una entrevista para Tododisca.
A continuación, dejamos la entrevista al completo con José, quién tiene claro que la vida por más barreras que nos ponga, sigue siendo «maravillosa», ya que todo depende de la forma que tengamos de afrontar los problemas y las situaciones.
¿Por qué fue amputado?
Pues mi malestar empezó un lunes 28 de febrero de 2017, mi cuerpo se iba debilitando cada día que iba pasando, el sistema inmunológico empezaba a fallar, me encontraba con fatiga, cansancio, mal cuerpo y mi pierna derecha empezaba poco a poco a hincharse sin aparecer ningún signo visible de moratón o hematoma, lo que hacia que fuese cada vez mas complicado incorporarme para caminar , bajar o subir una escalera.
Mis padres me acercan inmediatamente al centro de atención primaria en el Centro de Salud de aquí de Mérida. Allí las pruebas no dan signos de algo verdaderamente grave, ya que no había fiebre y aparentemente ninguna infección de nada, solamente que la tensión era baja y tenía una llaga en la zona bucal, pero claro también lo achacamos a que como estaba en pleno proceso de ortodoncia cualquier roce del mecanismo de metal que llevan los dientes con todas las gomas pudiese ser el resultado de dicha llaga.
Llega el día siguiente y el mal cuerpo iba cada vez a peor. Me vuelven a acercar esta vez a Urgencias del Hospital de Mérida pero todas las pruebas dan negativas. Sigue sin dar la cara la bacteria, la preocupación mía cada vez iba creciendo ya que no entendía que con medicación recetada por personal cualificado no iba haciendo efecto, ya que mi cuerpo no iba recuperándose sino todo lo contrario, empeorando cada hora que pasaba, me iba apagando.
Hasta que al día siguiente de acudir a Urgencias en casa con mis padres me miro al espejo y me encuentro que mis ojos estaban amarillentos, algo no iba bien, estaba asustado y muy preocupado, así es que inmediatamente acudí a Urgencias por la noche de nuevo y efectivamente aparte de todo el malestar que tenia anteriormente también se sumaba otra novedad, que mis riñones dejaron de funcionar.
Un ingreso inmediato
Fui ingresado de inmediato y después de varias pruebas, cultivos y analíticas mi cuerpo seguía sin recuperarse y por supuesto los riñones seguían parados. No podía ingerir absolutamente nada de agua y todo el suero introducido por vía intravenosa no dio el resultado que esperábamos, así es que después de unas horas me subieron de madrugada a U.C.I del Hospital de Mérida.
Recuerdo las palabras de los Médicos: “A partir de ahora te encuentras en el sitio más seguro y en las mejores manos, no te preocupes José» y efectivamente a día de hoy confirmo que estaba rodeado de unos grandes profesionales.
Mi estado era muy crítico, tenía un alto índice de mortalidad y los médicos no aseguraban que durase más de 48h, pero en ningún momento tiraron la toalla y quisieron averiguar que había en mi interior que estaba contaminando mi sangre y me estaba apagando lentamente.
Varias intervenciones
Después de varias intervenciones quirúrgicas traumatólogos, intensivistas, médicos, cirujanos, auxiliares y enfermeros no dejaban minuto a minuto de investigar qué pasaba, hasta que después de 13 días un cultivo dio por fin la cara, se trataba de la bacteria llamada STREPTOCOCUS PYOGENES y encima dentro de las variedades que tiene esta bacteria me tocó la mas agresiva FASCITIS NECRONIZANTE.
Automáticamente una vez localizada la bacteria y después de innumerables y de interminables curas, me estabilizaron y me trasladaron en Helicóptero al Hospital Universitario de Getafe, fue allí donde mis familiares tuvieron que tomar la decisión complicada pero a la vez decisiva, amputar miembros inferiores para así poder frenar a la dichosa bacteria y que no siguiese contaminando la sangre y a la vez destrozando mi cuerpo. A partir de aquí mi vida dio un giro de 180º cargado de paciencia, lucha y de optimismo para seguir adelante.
Tras la amputación, ¿qué fue lo que le llamó la atención para entrenar duro?
Yo era una persona muy deportista, disfrutando del running y de participar en algunas medias maratones, ahora al estar en esta situación, la natación es la que hace que vuelva a realizar ejercicio aeróbico y gracias a mi Club de Natación de Mérida, y a sus monitores, me han vuelto a enseñar a nadar.
¿Cuáles son sus objetivos a nivel deportivo?
Mi objetivo principal es hacer deporte y, dentro del Club de Natación de Mérida, participar, y sobre todo , disfrutar de algunos campeonatos que se celebren aquí en España .
¿Cuántas horas entrena al día? ¿Qué tipo de ejercicios realiza?
Entreno una media aproximada de dos horas de lunes a viernes, entrenamientos de técnica, fuerza y resistencia dentro del agua .
Desde que fue amputado, ¿se ha encontrado con muchas barreras? En caso afirmativo, ¿cuáles son las que más recuerda? ¿Y las más llamativas?
Pues barreras sobretodo arquitectónicas: accesibilidad en baños, accesos a establecimientos, alojamientos a la hora de viajar. Destacaría que la gran mayoría de establecimientos que tienen baños adaptados son utilizados como vestuarios para personal o almacén de material.
Es usted un ejemplo de superación ante las adversidades. Por lo tanto, ¿qué mensaje lanzaría a la sociedad?
Que la vida es maravillosa pese a las adversidades que nos encontramos día a día, por ello hay que seguir luchando y disfrutando de la vida haciendo que cada día cuente, no contando los días .
¿Qué recomiendas a una persona con discapacidad que dude a la hora de practicar deporte por su situación?
Que lo intente, que pruebe, que aunque al principio crea que no pueda realizar deporte siempre hay una motivación personal que te lleva a conseguirlo .