¿Tienes una moneda de 10 céntimos? Pues quizás estés de suerte, porque pueden darte por ella hasta 200 euros. Y no, no se trata de ningún tipo de timo o estafa, eso sí, debe ser la moneda correcta. Pues si algo tienen los amantes de la numismática, es que son exigentes con las piezas que eligen adquirir. Pero, ¿Cuáles son estas piezas? Pues para saberlo, debes meterte un poco en este mundo y averiguar si cuentas con la fortuna de tener un ejemplar de esos de gran valor.
El coleccionismo de monedas se ha convertido en todo un negocio, tanto para quienes acopio de estas piezas por pasión, como para quienes han visto una forma de negocio. Así que sea cual sea tu objetivo, conocer un poco el sector numismático, puede aportarte muchos beneficios. Es más, puede hacerte ganar una ingente cantidad de dinero. Así que saca tus monedas del bolsillo, del bolso y los cajones, y dedica un tiempo a conocer qué puedes conseguir con ellas.
¿Tienes esta moneda de 10 céntimos?
Tener la moneda correcta puede ser cuestión de suerte o de astucia. Pues pueden llegar a tus manos piezas valiosas por casualidad, o puedes adentrarte en este mundo e ir consiguiéndolas poco a poco. En cualquier caso la gran pregunta es, ¿Dónde está el secreto? Pues se trata de un sector muy amplio. Tanto es así, que es imposible calcular cuántos tipos de monedas existen o han existido. Si das con la tecla, puedes ganar una fortuna por una sola moneda.
La buena noticia en este caso, es que hay monedas de euro que ya se han revalorizado en este mercado. Quizás no son aun las más valiosas, pero a buen seguro, si hoy ya se paga por ellas, en un futuro puedan costar una fortuna. Es el caso por ejemplo, de la moneda de 10 céntimos de euros acuñada en Italia en 2002. Un modelo que ha llamado la atención de los coleccionistas por tener diseñado la Venus de Boticelli en su reverso. Tanto es así, que ya se están ofreciendo hasta 200 euros por ella.
Como hemos comentado anteriormente, puede que no te aparezca una gran cantidad, pero si tenemos en cuenta su valor actual como forma de pago, es indudable que es una suerte encontrarse con ella. No obstante, si la tienes en tu poder, otra opción es dejar que pase el tiempo y adquiera otras características que le den más valor, como es la exclusividad de que haya menos unidades, y el hecho de que se considere antigua.
Atento a tus euros
No porque sea una moneda actual, significa que no pueda tener valor para los coleccionistas. De hecho, son muchos los ejemplos con los que ya contamos de piezas en curso legal, que se venden por mucho más de lo que valen como forma de pago. Un ejemplo de ello, es la moneda de 10 céntimos acuñada en Francia en 1999, una de las primeras que se lanzaron. Esta tiene un valor en el mercado actual de unos 300 euros.
Pero hay más. Así que atento a tus bolsillos, bolso, cajones o a lo que te devuelvan en el comercio, porque si tienes esta moneda de 10 céntimos acuñada en Alemania en 2002, te pueden pagar hasta 1.000 euros. Una cuantía que ya suena a palabras mayores. Pues con este importe, te puedes dar un buen capricho. Pero, ¿Por qué es esta tan valiosa? Porque pertenece ya a las primeras monedas de euro que se acuñaron en Europa.
Finalmente, para conocer otros ejemplos de este tipo, debemos acudir hasta el principado de Mónaco. Si por algo destaca este lugar, es porque cuenta con numerosas piezas que se han revalorizado con el tiempo. Como por ejemplo, la moneda de un euro acuñada en Mónaco en 2007 en la que aparece el rostro de Alberto II, príncipe soberano de Mónaco.