En muchas ocasiones, los ciudadanos en España necesitan acudir a la vía judicial para intentar el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente, la cual piensan que le corresponde en función de su situación.
Antes de acudir a la vía judicial con demanda contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el ciudadano tendrá que haber agotado todas las posibilidades existentes por la vía administrativa.
Hay que recordar que una pensión de incapacidad permanente tiene como finalidad paliar la pérdida de ingresos que sufre una persona a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral.
Sentencia firme por incapacidad permanente
Desde ‘Fidelitis’ explican que «en un proceso de incapacidad permanente, la sentencia del Juzgado de lo Social es un documento crucial que determina si se concede o no la incapacidad, así como el grado y la cuantía de la prestación económica».
Una sentencia del Juzgado de lo Social en un caso de incapacidad permanente se considera firme en tres situaciones diferentes: cuando no se presenta ningún recurso, cuando se desestiman todos los recursos y cuando se renuncia a los recursos.
La primera situación posible es que no se presente ningún recurso. Es decir, que ninguna de las partes implicadas presente ningún recurso contra la sentencia emitida por el Juzgado de lo Social. Así, el plazo para presentar recurso es de 20 días hábiles desde la fecha en la que se produce la notificación de la sentencia.
Otra opción es que se desestimen los recursos. En este caso, hablamos de que el recurso sea desestimado por el Tribunal Superior. Ante esta situación, la anterior sentencia dictada por el Juzgado de lo Social pasará a ser firme.
Las partes implicadas en un proceso judicial de incapacidad permanente pueden presentar un recurso de suplicación, que se interpone ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma correspondiente. También pueden presentar un recurso de casación, que se eleva al Tribunal Supremo.
Una tercera situación para que la sentencia sea firme es que se produzca una renuncia a la presentación de recursos. Hay que aclarar que la renuncia a los recursos se debe presentar de forma expresa y por escrito.
Efectos de la sentencia firme
Cuando una sentencia emitida por el Juzgado de lo Social sobre un caso de incapacidad permanente se convierte en firme, tiene los siguientes efectos relevantes:
- La sentencia ya no puede ser modificada, salvo en caso absolutamente excepcionales.
- La parte condenada debe cumplir de manera exhaustiva con lo que se recoge en la sentencia.
- Si la parte condenada no cumpliese con lo que establece la sentencia, es posible iniciar un proceso de ejecución forzosa.
Se trata de efectos importantes que deben tener en cuenta las personas implicadas en un proceso judicial sobre un caso de incapacidad permanente. Normalmente, los abogados suelen informar a sus clientes sobre este tipo de situaciones que pueden darse tras la sentencia.
Por su parte, si una sentencia no es firme, el ciudadano tiene la posibilidad de llevar a cabo varias acciones, en caso de que el fallo le sea desfavorable. En este sentido, es posible solicitar una revisión de la sentencia, presentar un recurso de suplicación, o en determinados casos, solicitar la incapacidad permanente por agravamiento.
Desde ‘Fidelitis’ argumentan que «si no estás conforme con la sentencia del Juzgado de lo Social, tienes la posibilidad de recurrirla en el plazo legal establecido. Es importante contar con el asesoramiento de un abogado especialista en incapacidad permanente para que te ayude a determinar la mejor estrategia legal en tu caso».