La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio sobre el nivel adquisitivo de la población española poniendo el foco en las familias, y los datos son dramáticos. Y es que es un hecho palpable que el coste de vida no crece al mismo ritmo que los sueldos. La consecuencias es sin duda, el empobrecimiento de un país. Pero lo más preocupantes es que los datos no auguran un mejor futuro.
Concretamente, uno de los datos más preocupantes de los revelados por el estudio de la OCU, es que entre enero de 2021 y noviembre de 2023, las familias perdieron un 10 por ciento de poder adquisitivo. Pero, ¿A qué se debe esta pérdida? En gran medida, a que el salario medio apenas se ha incrementado un 6,1 por ciento, mientras que el Índice de Precios de Consumo (IPC), ha sufrido una subida acumulada del 16,1 por ciento.
Pero no es el único dato preocupante revelado por el estudio que ha llevado a cabo la OCU. Este además, ha identificado las características que cumplen aquellos hogares que se han visto más perjudicados. Es decir, donde el empobrecimiento ha sido mayor. Y es que hay factores que marcan diferencias entre familias debido fundamentalmente, a los gastos que estos conllevan. Por tanto, a mayores gastos y menor subida de salarios, mayor empobrecimiento de la familia.
Hogares más empobrecidos
El estudio llevado a cabo por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha determinado además, los hogares que se han visto más perjudicados por este empobrecimiento. Pues en realidad, la mayor parte de ellos comparten determinados factores. En este sentido, uno de los colectivos más perjudicados son las familias con rentas bajas. «Quienes vivan al día, sin capacidad de ahorro, este 10 por ciento de pérdida de poder adquisitivo implica no poder pagar a tiempo un recibo o no alcanzar a pagar bienes de primera necesidad», argumenta la OCU.
Por otra parte, también se han visto perjudicadas las familias que pagan una hipoteca de tipo variable. Cabe recordar, que este gasto ha aumentado un 30 por ciento en los últimos tres años, pero que no se contabiliza como tal en el IPC. La OCU afirmar que si se tuviera en cuenta, como han hecho ellos en el estudio, «una familia bien asentada con dos hijos en edad escolar acumula una inflación media del 21,6 por ciento, lo que finalmente se traduce en un empobrecimiento del 15,5 por ciento».
Finalmente, otro de los colectivos más perjudicados y que tampoco lo refleja bien el IPC, son las familias que viven de alquiler en una gran ciudad. Y es que el peso que el IPC general concede al alquiler, es muy inferior a ese 40 por ciento de los ingresos que se pagan en muchas ciudades. Tal y como refleja el estudio de la OCU, la consecuencia de esto es que «una pareja joven que haya firmado un nuevo contrato después de 2021 en Madrid o Barcelona acumula una inflación doméstica del 18,8% y del 29,2% respectivamente, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo del 12,7% y del 23,1%».
Los cambios que OCU solicita al Gobierno
Para frenar esta situación de empobrecimiento de las familias, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha solicitado una serie de cambios al Gobierno de España, entre los que se encuentran:
- En cuanto a vivienda, piden que se facilite a los hogares con hipoteca de tipo variable, que puedan cambiar a una de tipo fijo. En cuanto a los alquileres, que se impulsen los alquileres públicos de vivienda social.
- Alimentación. La reducción del IVA no ha paliado el incremento de precios en este ámbito, por ello, piden aumentar sustancialmente el cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros, así como ampliar este límite para llegar a más personas.
- Finalmente, piden que se prolongue más allá del mes de junio la reducción de los impuestos a la electricidad y al gas, «ya que suponen un ahorro conjunto de 370 euros al año para un hogar medio», según afirman.