Un terrible accidente de automóvil dejó a Marcela con paraplejia. Sus piernas tuvieron que ser amputadas a consecuencia de la lesión medular que le produjo la colisión, sin embargo, 16 años después gracias a su esfuerzo y su exoesqueleto, Marcela ha podido volver a andar.
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Aunque solo pueda entrenar su caminata dos veces en semana, seguro que para Marcela serán una bendición después de 16 años relegada a su silla de ruedas.
«Es avanzar sin sentir los pies tocando el suelo», relata la mujer, la cual puede sentirse como una auténtica privilegiada, ya que el ejercicio que realiza en su exoesqueleto para andar beneficia de gran manera su cuerpo y sobretodo, su estado de ánimo.
No hay imposibles en la vida. La fuerza de voluntad y la ciencia, nos lo acaban de demostrar. 16 años han pasado desde aquel fatídico accidente que arrebató la capacidad de caminar a Marcela pero que nunca pudo con su ánimo y fuerza de voluntad.
¿Qué es una lesión medular?
Una lesión de la médula espinal (LM) es un daño a la médula espinal que resulta en una pérdida de función, como la movilidad y/o la sensibilidad. Las causas frecuentes de las lesiones medulares son los traumatismos (accidentes de coche, disparos, caídas, etc.) o las enfermedades (poliomielitis, espina bífida, ataxia de Friedreich, etc.).
Una persona puede «quebrarse la espalda o el cuello» pero no sufrir una lesión medular, si sólo se dañan los huesos que rodean la médula espinal (las vértebras) y la médula espinal no se ve afectada. En estas situaciones, es posible que la persona no experimente una parálisis después de que los huesos se hayan estabilizado.