Mi hijo no tiene “cara de autista” como dicen por ahí … Pero lo que no saben es que el autismo no tiene una cara y cualquier error puede convertirse en un caos.
Ayer recibimos una visita de mi familia (pocas personas), y terminamos la noche con una crisis tremenda en la que tardamos más de 45 minutos en calmarlo. ¿El motivo? A los ojos de losneurotípicos, una frustración ridícula con una motocicleta … pero nosotros que estudiamos y vivimos con el autismo las 24 horas del día sabemos que fue por un gran estímulo, mucha alegría, mucha euforia por estar con aquellos que el quiere más el sueño, porque ya había pasado la hora de dormir.
Duele ver a las personas que vinieron a saludarnos irse de la casa preocupados y tristes.
Duele ver a mi hijo gritar, golpearse y golpearme debajo de la ducha durante tanto tiempo, mientras intento todas las alternativas que conozco para calmarlo, sin éxito.
Duele perder su mirada y darme cuenta de que ya no me escucha.
Me duele tener que estar en silencio durante ese momento, alejarme de su cuerpo, cuando lo que más quería era abrazarlo y decirle “está bien, mamá está contigo”.
Duele que no me di cuenta de que estaba a punto de explotar, y no hice nada para evitarlo.
Duele tener miedo de recibir una queja de los vecinos por las molestias, y qué alivio que la mía sea tan maravillosa y comprensiva 🙏
Así es queridos, creo que el autismo es increíble, ¡pero hay veces que duele, duele mucho! Y aquellos que no viven con autismo no tienen idea del esfuerzo y nuestra lucha diaria, para que nuestro hijo esté bien.
*Vivi es la mamá de Enrico, «un niño increíble que está dentro del espectro autista» según ella misma dice en su cuenta de Instagram donde comparte las aventuras de su maternidad real.