Un subsidio por desempleo es una prestación económica que se le concede a una persona que no tiene trabajo y que no cumple los requisitos establecidos para cobrar el paro o ya ha agotado esta ayuda. Y es que en España, la gran tasa de desempleados con la que contamos, hace que las administraciones tengan que dedicar un especial esfuerzo en este sector para evitar que muchas personas caigan en riesgo de pobreza o exclusión social.
Tal es el esfuerzo que se hace hacia este sector de la población, que continuamente se hacen cambios para intentar que tanto la gestión como el reparto de los recursos se haga de la mejor manera. Un ejemplo de ello, es el cambio de organigrama que el Gobierno de España aprobó el pasado 19 de diciembre y que entrará en vigor el próximo 1 de junio de 2024. Y es que a partir de ese instante, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) dejará de gestionar muchas de las ayudas.
Pero no es el único cambio que desde el Ejecutivo se ha aprobado. La clasificación de los subsidios por desempleo como hasta ahora los conocíamos, también sufre una modificación importante. Y es que con la nueva reforma, dejan de ser ochos los subsidios disponibles para pasar a ser tan solo tres. ¿Significa esto que se reducen las ayudas? Lo cierto es que no. Pues no se trata de eliminar ninguna de ellas, sino de reorganizar la planificación.
Sin embargo, lo que no cambia, a pesar de estas modificaciones, es la razón de ser de estos subsidios. Y es que vienen a cubrir las necesidades básicas de aquellos que lo necesitan. Cabe señalar, que estas prestaciones no tienen el objeto de mantener a nadie. No se trata de una renta a cambio de nada. Se trata de una ayuda destinada a aquellas personas que no tienen ingresos y que mientras buscan otro empleo, tienen para cubrir sus necesidades básicas. Pero, ¿Cómo se supervisa que cumplen esta parte?
Cobrar el subsidio por desempleo conlleva algunas responsabilidades
Para que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) te conceda un subsidio por desempleo, el beneficiario tienen que cumplir una serie de requisitos y sobre todo, comprometerse a hacer todo lo posible para conseguir un trabajo. Pero, ¿Cómo puede la administración cerciorarse de que cumplen con esta obligación? Pues porque parte de los requisitos, conllevan el compromiso a algunas acciones que demuestran que están en este camino.
De hecho, dos de los requisitos para cobrar un subsidio por desempleo son: estar inscrito como demandante de empleo y suscribir el acuerdo de actividad. Esto significa, que la persona debe hacer todo lo posible para volver al mercado laboral. Por tanto, la pregunta es, ¿Qué ocurre si ofrecen a un beneficiario un empleo y este no lo acepta? Que el SEPE puede retirarte la ayuda. De hecho, tanto si rechazas un empleo como si haces lo mismo con un curso de formación, el SEPE puede determinar suspenderte la ayuda. De hecho, si está acción se repite, podría quitártela de forma definitiva.
No puedo aceptar un empleo porque estudio o tengo un hijo
Buscar trabajo activamente, es una de las responsabilidades de las personas que cobran un subsidio por desempleo. Por este motivo, si llegado el momento rechazan el trabajo, el SEPE tiene potestad para suspender esta prestación. Sin embargo, hay ocasiones en las que los beneficiarios alegan circunstancias por las cuales, no pueden aceptar la oferta.
De hecho, una de las alegaciones más repetidas es la rechazar el empleo por tener un hijo o estar estudiando. Sin embargo, ¿Es esta excusa para que el SEPE no te suspenda la ayuda? Desde la web de la propia administración lo dejan claro: «estar estudiando o tener hijos o hijas menores no son causas que justifiquen el rechazo de ofertas de empleo o cursos de formación».