La limpieza de nuestro hogar debe llevar una rutina planificada, de tal forma, que nunca dejemos nada atrás. No te ha pasado nunca, que limpias la cocina, el baño, el suelo… Y cuando te das cuentas, llevas meses sin tocar las ventanas. Por ello, y para no caer en la inercia que no sirva de nada, lo mejor es una buena organización.
En ella, además de las estancias, hay que establecer las ventanas, puertas, cristales, ropa como fundas, mantas, colchas, así como complementos muy funcionales como las alfombras. Pues de otro modo, estaremos limpiando lo básico, dejando de hacer partes importantes y que pueden acabar por ensuciar el trabajo realizado en otro sitio.
Particularmente las alfombras, son un accesorio muy habitual en los hogares de España. Su función por lo general, es aislar térmicamente del suelo fundamentalmente, en época de frío. Pero dependiendo de su uso, pueden ser alfombras de salón, para los pies de la cama, de baño o incluso estar en alguna zona solo de adorno.
En cualquier caso, su contante roce con el suelo y los pies, la hace especialmente susceptible no solo a la suciedad común, sino a los ácaros y esto es más grave. Pues los ácaros, pueden suponer un problema de salud para muchas personas. De hecho, de no eliminarse, a buen seguro será insalubre para todos los habitantes de la casa.
TRUCOS DE LIMPIEZA PARA LAS ALFOMBRAS
Si tienes alfombras en casa, debes saber que limpiarla lleva un método especial. En primer lugar, porque es una zona que por su posición, en el suelo, suele mancharse habitualmente, pero además, hay que tener en cuenta el material con el que está fabricada y si tiene alguna mancha especial que necesite un tratamiento más en profundidad.
En primer lugar debes saber, que para limpiar una alfombra el mejor utensilio es una buena vaporeta. Esta es perfecta para eliminar el polvo, erradicar los ácaros y en definitiva, deshacerse de las impurezas sin de una forma poco agresiva, por lo que no dañarás el tejido. Como truco adicional para una limpieza más eficas, espolvorea un poco de bicarbonato de sodio por la alfombra antes de usar la vaporeta. Deja secar bien, y verás la diferencia.
De otro modo, si tu alfombra es de las que tienen pelo largo, lo ideal es realizar su limpieza con una aspiradora y un cepillo de cardas. El mecanismo es muy parecido a como lo harías con la vaporeta. Primero, espolvorea la alfombra con bicarbonato de sodio para que libere el tejido de polvo y bacterias, y mejore su olor. Deja actuar durante una hora, y retíralo pasando la aspiradora. Finalmente, cepilla la alfombra para dejarla como nueva.
INGREDIENTES QUE NO FALLAN
Si tu alfombra está especialmente manchada, hay algunos trucos adicionales que tienes que tener en cuenta. Son muy fáciles, solo te llevarán un poco más de tiempo y además, podrás llevarlos a cabo con ingredientes que seguro tienes en casa. Uno de los trucos más eficaces, si la alfombra está muy sucia, es que mezcles agua caliente con vinagre, y con un pulverizador, lo distribuyas por la alfombra. Tras ello, frótala con un cepillo de cerdas y verás como queda como nueva.
En el caso de que haya alguna mancha de aceite o grasa, que puede ser habitual, sobre todo, si la alfombra está en la cocina, da muy buen resultado espolvorear en ella un poco de Maicena o almidón de maíz y dejar reposar media hora. Después, limpia normalmente con la aspiradora.
Otro caso muy habitual, es que caiga alguna mancha de vino. En este caso, mezcla en un recipiente una cucharada de detergente de lavaplatos con una taza de agua oxigenada. Extiende la mezcla por la mancha y deja actuar durante 30 minutos. Frota después con un cepillo de cerdas húmedo y finalmente, deja secar.