En los últimos años, uno de los productos financieros que han ganado fuerza son las denominadas tarjetas ‘revolving’. Este tipo de tarjetas funcionan de forma parecida a las tarjetas de créditos, aunque conllevan ciertos riesgos.
Las tarjetas ‘revolving’ permiten a los usuarios acceder a una modalidad de pago flexible, con la posibilidad de devolver el crédito con cuotas periódicas de manera aplazadas.
Dentro de las tarjetas bancarias, las más habituales que utilizan los consumidores son las tarjetas de crédito y tarjetas de débito. Estos métodos de pago, además, han crecido en los últimos años en detrimento del dinero físico.
TARJETAS DE CRÉDITO ‘REVOLVING’
Si bien, cada cierto tiempo suelen aparecer otras modalidades de tarjetas bancarias que cuentan con características muy específicas. Así, una de ellas son las tarjetas de crédito ‘revolving’.
El funcionamiento de las tarjetas ‘revolving’ puede ser atractivo para los usuarios. Sin embargo, su emisión y uso también implica ciertos riesgos que se deben conocer de antemano.
Con este tipo de tarjeta, los usuarios pueden realizar una determinada compra. Posteriormente, dicha persona deberá devolver el dinero utilizado a través de cuotas periódicas. Eso sí, sin necesidad de tener que pagar la totalidad de la deuda de golpe.
Normalmente, la entidad bancaria establece un mínimo de cuota a pagar periódicamente para que el usuario reponga el dinero utilizado de la tarjeta de crédito ‘revolving’. Así, el usuario podrá elegir el importe de la cuota respetando el límite determinado por la entidad financiera.
AVISO DEL BANCO DE ESPAÑA
A priori, puede parecer una buena opción el uso de tarjetas de crédito ‘revolving’. Sin embargo, desde el Banco de España mandan un mensaje de aviso a los ciudadanos. En concreto, por una de las características de este tipo de tarjetas.
Así, desde el Banco de España indican que la deuda de las tarjetas ‘revolving’ se renuevan con una periodicidad mensual. Es decir, al pagar la cuota mensual de reposición, la deuda se reduce. Sin embargo, también puede aumentar por el uso de dicha tarjeta, así como intereses o comisiones generadas.
Además, desde la Dirección General de Consumo recomiendan que la cuota de devolución del crédito no sea demasiado baja, ya que la amortización podría completarse a plazo muy largo. Cuanto mayor sea el plazo de devolución en las tarjetas de crédito ‘revolving’, mayor será el pago de los intereses.
Por lo tanto, el usuario debe seleccionar una cuota de reposición del dinero utilizado moderada, sin llegar al límite mínimo establecido por la entidad bancaria; ya que a largo plazo, el coste será mucho mayor para el usuario.
DEUDA CAMBIANTE
Otro de los aspectos a tener en cuenta de las tarjetas de crédito ‘revolving’ es que no funcionan con una amortización previa, como en el caso de un préstamo. Así, estas tarjetas presentan una deuda cambiante.
Con toda esta situación, desde el Banco de España argumentan que las entidades bancarias deben ofrecer al usuario detalles específicos sobre el uso de estas tarjetas ‘revolving’. Es decir, intereses, comisiones, cuota de devolución o fechas de cargo; para evitar cualquier sorpresa para el cliente.
En este sentido, los usuarios que contraten una tarjeta ‘revolving’ deben solicitar a la entidad financiera que le facilite todos los datos de interés referentes al uso de dicha tarjeta. De lo contrario, los riesgos de utilización pueden ser elevados.
La mayoría de productos financieros comprenden un riesgo en su contratación, que puede ser mayor o menor en función de sus características. Si bien, es posible minimizar estos riesgos siguiendo el procedimiento adecuado, como en el caso de las tarjetas de crédito ‘revolving’.