El sudor, por incómodo que parezca, cumple su función. De hecho, es la forma que tiene el cuerpo para transpirar. Por tanto, es un mecanismo del organismo para regular la temperatura corporal, pues al evaporarse desde la piel, reduce la temperatura. Sin embargo, hay ocasiones en las que puede ser un signo que manifieste que algo no va bien.
En este caso, solemos hablar de sudor frío. Cuando una persona, de repente, sufre un golpe de sudor frío, es porque el cuerpo está reaccionando ante un peligro. Este puede ser por dos motivos. Por una parte, puede ser la reacción para protegerse de situaciones, que racionalmente o no, crea que son peligrosas. Un ejemplo de ello es la ansiedad.
Por otra parte, este sudor frío repentino puede ser como consecuencia de una disminución de oxígeno en sangre. Esto suele ocurrir, de forma general, porque se sufra algún episodio de hipoglucemia, hipotensión o alguna infección. En cualquier caso, siempre si está reacción del cuerpo se vuelve recurrente, lo mejor es consultar con un profesional médico.
Cabe señalar además, que el sudor frío también se identifica porque no suele darse de igual modo en todas las partes del cuerpo. De hecho, por norma general, es más habitual en las palmas de las manos, en las axilas y en las plantas de los pies. Otro síntoma para identificarlo, es que suele darse de forma repentina.
Enfermedades que pueden manifestar el sudor frío
La hipoglucemia es uno de los motivos por los que una persona puede sufrir un ataque de sudor frío. Es lo que se conoce como bajada de azúcar. En este caso, se produce cuando los niveles de azúcar en la sangre se encuentran por debajo de 70 mg/dL. Además del sudor frío, otros síntomas que pueden darse son dolor de cabeza, desmayo, visión borrosa, debilidad o náuseas.
La presión baja o más concretamente, hipotensión arterial, es otro motivo por el que una persona puede tener esta reacción. Cuando hablamos de esta dolencia, lo que ocurre es una disminución de oxígeno en el cerebro y en algunos órganos. Otros síntomas pueden ser palpitaciones, visión borrosa e incluso desmayo.
Uno de los problemas más graves que pueden manifestarse a través del sudor frío es la hipoxia. Esto es la disminución de la cantidad de oxígeno en la sangre, células y tejidos del organismo. Un problema que puede afectar a su funcionamiento y en que casos muy agravados, puede causar la muerte. Por ello, en casos de sudor frío, falta de aire o mareos, es importante acudir cuanto antes a un centro médico.
Salud mental
Algunos problemas de salud mental también pueden manifestarse a través del sudor frío. Es el caso, por ejemplo, de la ansiedad. En estas situaciones, el organismo reacciona produciendo este tipo de sudoración fundamentalmente en la frente, manos, pies y axilas. Otros síntomas que pueden acompañar al anteriormente mencionado, es la tensión muscular, náuseas, palpitaciones o temblores.
El estrés, también puede compartir los síntomas de la ansiedad. En cualquiera de los dos casos, es interesante acudir a un profesional, ya sea psicólogo o psiquiatra, para aprender a gestionar estos síntomas y tratar esta dolencia. Pues al igual que en las anteriormente descritas, en caso persistentes, un profesional sanitario es la persona indicada para ayudarnos.
Tener algún tipo de experiencia traumática, accidente, traumatismo, o incluso una reacción alérgica repentina, puede conllevar que entremos en estado de shock. En estos casos, el sudor frío también es un síntoma habitual. El motivo es que ante el suceso, disminuya el oxígeno en sangre y los órganos no reciban la cantidad necesaria para funcionar correctamente.