Con la llegada de las altas temperaturas, el gazpacho se convierte en unas de las comidas más repetidas. Desde la DRAE (Diccionario Real de la Academia Española) definen esta elaboración como una «sopa fría cuyos ingredientes básicos son tomate, pimiento, aceite, vinagre, ajo y sal, que es propia sobre todo de Andalucía«. Sin embargo, su receta original no incluía el tomate como ingrediente. Incluso se le ha llegado a echar otros componentes como harina de habas, naranjas amargas o almendras.
Según recogen los expertos e historiadores en gastronomía, el gazpacho comenzó a introducir el tomate a comienzos del siglo XIX. Una peculiaridad que sorprende a muchos, ya que siempre se asociado el gazpacho y su color rojo al tomate, aunque, como hemos dicho, no formaba parte de la receta original con la que nació esta elaboración.
El Gazpacho sin tomate
El primer diccionario editado por la RAE, en 1739, definía el gazpacho como «cierto género de sopa o menestra que se hace con pan hecho pedazos, aceite, vinagre, ajos y otros ingredientes conforme al gusto de cada uno. Es comida regular de segadores y gente rústica».
Pero es que 100 años después, en 1840, y durante un viaje por España, Théophile Gautier señalaba que el gazpacho no llevaba tomate. Para su elaboración «se echa agua en una sopera. A esta agua se le añade un chorro de vinagre, unas cabezas de ajo, cebollas cortadas en cuatro partes, unas rajas de pepino, algunos trozos de pimiento, una pizca de sal, y se corta pan que se deja empapar en esta agradable mezcla, y se sirve frío». No se dice nada del tomate, que no se incluye en el tomate hasta bien entrado el siglo XIX.
Debemos de tener en cuenta que el gazpacho, debido a sus ingredientes, aporta importantes cantidades de agua, vitaminas, fibra y minerales, convirtiéndose en todo un superalimento.
La receta para hacer el mejor gazpacho
El popular cocinero Karlos Arguiñano recoge en el portal Hogarmanía, cual es la mejor receta para realizar el gazpacho andaluz. Para ello vamos a necesitar los siguientes alimentos:
- 1/2 kilo de tomate maduro
- 1/2 pimiento verde
- 1 diente de ajo
- 1/2 pepino
- 1 dl de aceite de oliva
- 4 cucharadas de vinagre de vino
- 1 rebanada de pan blanco (si no dispones de pan blanco usa pan de molde)
- Sal fina
En primer lugar se va a limpiar, escaldar y pelar los tomates, para después introducirlos en la batidora. Acto seguido haremos lo mismo con el pepino, que será pelado y troceado antes. También se añadirá pimiento, ajo y el pan remojado en agua.
Después de triturarlo todo, será el turno de añadir sal, vinagre y aceite, pero siempre probando para rectificar su sabor si hiciese falta. Finalmente habrá que dejar que se enfrié durante una hora. De hecho, Karlos Arguiñano recomienda consumir el gazpacho bien frío, por lo que lo puedes meter en la nevera o consumirlo con un hielo dentro, aunque esto último no es muy recomendable, ya que puede provocar que quede muy aguado.