Estamos tan familiarizados con el DNI que pocas veces nos paramos a pensar lo que realmente significa cada uno de los datos de esta tarjeta. Y es normal, al fin y al cabo, este documento nos acompaña desde que tenemos 14 años. En ese momento, nos llevan a una comisaría de la Policía Nacional, entregamos una foto, firmamos, dejamos que nos tomen la huella dactilar y ¡Listo!. Ya cargamos con ello toda la vida, lo utilizamos para gestiones importantes y lo renovamos cuando es necesario.
Por tanto, es normal que un documento tan habitual en nuestra vida, no siempre nos llame la atención. Sin embargo, cuando reparamos en ello, son muchas las dudas y curiosidades que nos gustaría averiguar sobre el DNI. A simple vista, lo primero que vemos es que esta tarjeta de identificación contiene los datos personales más importantes. Estos son, nombre completo, fecha de nacimiento, lugar de residencia, nombre de los progenitores y la fecha de caducidad.
Pero además, el DNI lleva una fotografía de nuestro rostro y la huella dactilar del dedo índice. Cabe destacar, que no sirve cualquier fotografía. Esta es la parte del documento con el que nos identifican físicamente, por tanto, a pesar de ser una foto tamaño carnet, debemos tener el rostro completamente despejado, sin maquillajes ni accesorios llamativos y debe ser actual. De no ser así, debes saber que el agente de la Policía Nacional que te lo esté realizando, puede rechazarte la foto. En este caso, deberás acudir otro día con una que cumpla los requisitos.
Las letras que jamás veras en el DNI
Sin embargo, además de los datos personales más importantes, el Documento Nacional de Identidad (DNI) cuenta con una serie de distintivos, perfectamente estudiados para identificar a la persona. Por este motivo, seguro que te has fijado que a la izquierda de la tarjeta, justo debajo de la foto, hay un número de ocho cifras con una letra. A buen seguro te lo sabes de memoria, pues en todos los trámites importantes de la vida, piden que recitemos esta cifra más letra.
Igual no lo sabías, pero este dato es tan importante, que cada ciudadano español tiene un número diferente. Cuando nos expiden el DNI por primera vez, se nos asigna una cifra y esta nos acompaña durante toda la vida. Es más, nunca más lo tendrá nadie más. Al menos, de momento. Porque lo cierto es, que desde que se creó este documento, aún no se han agotado los números de ocho cifras. Cuando la historia llegue a ese momento, ya veremos (o no) como lo resuelven.
Por su parte, las letras al ser limitadas, sí se repiten en diferentes documentos. De hecho, debes saber que la letra que tienes asignada en tu DNI, responde a una solución matemática. Esta es, el resto que resulta de dividir el número del DNI entre 23, tiene asignada una letra determinada. Es decir, son 23 las letras con las que se cuentan para este proceso. Por tanto, desde el 0 hasta el 22, todos los números tienen una letra asignada. Por lo que dependiendo de la cifra que te toque al sacarte el DNI, se elegirá la letra del abecedario.
Sin embargo, hay letras que no están en ningún documento. Las letras que jamás verás en el DNI son la I, la O, y la U. ¿Por qué están descartadas estas letras? Lo cierto es que tanto la I como la O, se descartaron porque podían ser confundidas con el número 1 y 0 respectivamente. Una vez eliminadas, era necesario que el número de letras fuera primo, así que eliminaron la U para que la cifra final fuese 23.