La Dirección General de Tráfico (DGT), es la encargada de imponer los requisitos para obtener el carnet de conducir. Además de los exámenes, la entidad de tráfico tiene estipulada una prueba médica que todo conductor o aspirante a ello, debe superar. Se trata de un reconocimiento médico que debe realizarse en un Centro de Reconocimiento de Conductores (CRC). Este examen médico consta de una serie de pruebas psicofísicas, para determinar si la persona es apta para conducir.
Hasta ahora, la DGT tenía establecido para obtener el carnet de conducir, un reconocimiento médico que comprobaba que la persona estaba en plenas facultades físicas. Este examen consistía en pruebas de aptitud visual, reflejos y capacidad auditiva. Además, el facultativo tenía la obligación de preguntar acerca de las enfermedades padecidas, ya fueran físicas o psicológicas. La capacidad de coordinación también se ponía a prueba en un dispositivo similar a un videojuego.
Cabe recordar, que la misión de la DGT es velar por la seguridad de los usuarios de las vías y facilitar la circulación en las carreteras. Dentro de estos objetivos, una parte fundamental es asegurarse de que cada persona que se pone al volante, lo hace en las mejores condiciones. Este paso puede evitar sanciones y accidentes de tráfico por conducir sin estar capacitado para ello. No obstante, la DGT siempre apela a la responsabilidad personal para decidir en un determinado momento, si se está en condiciones de manejar un vehículo.
Cambios de la DGT en el reconocimiento médico para el carnet de conducir en 2023
En este 2023, han entrado en vigor las modificaciones realizadas en el Protocolo de Exploración Médico-Psicológico para los CRC, que fue actualizado el pasado verano. La DGT asegura que el objetivo de esta modificación es «dar un nuevo enfoque, centrado en facilitar la elaboración de cribado, ofrecer criterios y puntos de corte para simplificar la toma de decisiones sobre la aptitud y potenciar la intervención preventiva del CRC trabajando el consejo preventivo como herramienta útil en seguridad vial».
Lo que el organismo de tráfico quiere decir, es que se da muchas más importancia a la prevención. Esto significa que estos nuevos criterios, evalúan el riesgo en función de las características como conductor. Entre los cambios más importantes para 2023, nos encontramos los siguientes procedimientos que el profesional del CRC, debe aplicar:
- Elaborar un historial médico con datos personales y la información aportada por el paciente.
- Prestar especial atención a aspectos del aspirante como su aseo, forma de caminar, ayudas que necesita o su aspecto físico.
- Exploración básica. Es decir, visión, audición y cardiovascular.
Según la DGT, este protocolo pone mayor énfasis en la evaluación de riesgos atendiendo a las características como conductor. Además, hace referencia a la posibilidad de adaptar el vehículo o limitar la conducción según las capacidades del conductor para realizar esta tarea. Es decir, puede exigir poner más espejos retrovisores a una persona con problemas auditivos o limitar la conducción nocturna a una persona con problemas leves de visión.