El caso de Roberto puede ser todo corazón, pues con un grado de discapacidad del 90% por su incapacidad permanente absuluta a causa de una discapacidad visual, mantiene a toda su familia.
Con su pensión por dicha discapacidad, mantiene a su mujer, hijo e incluso a su madre. Además, se tuvo que endeudar para hacer accesible la vivienda de su madre a causa de un accidente que sufrió la misma y poder desenvolverse con mayor autonomía.
La deuda siguió subiendo hasta llegar a 153.000 euros, una cantidad que no le dejaba dormir ni vivir. Desesperado ya, buscó un abogado en Gijón, su localidad. Javier Dapena, abogado de Roberto, le sugirió que se acogiera a la Ley de Segunda Oportundiad.
La Ley de Segunda Oportunidad es una ley que puede cancelar deudas a personas con graves problemas económicos.
El Gobierno de España la aprobó en 2015, aunque poco conocida ya se han acogido a esta ley más de 9.000 personas.
Lo que parecía imposible, ocurrió. Y es que el pasado viernes el juez alivió a Roberto y a su familia de la deuda. Como si le hubiera tocado la lotería o mejor dicho, le hubieran cambiado la vida.
Palabras de su abogado Javier Dapena a la cadena COPE, la sentencia recoge que; “el matrimonio es un matrimonio que se denomina ‘de buena fe’, es decir, que no tiene antecedentes penales y que no habían cometido ningún delito de tipo económico: estafa, alzamiento de bienes, etc”.
“Ya, sin esperanzas, fui al abogado. Quedé con él y me dio mucha confianza”, afirma a la COPE el protagonista de este gran final, Roberto.
En esta misma situación están muchas personas y seguramente esta sentencia sirva para que otras personas con buenas voluntades y que por circunstancias excepcionales se vean así, puedan resolver de alguna manera una «pesadilla».