Las entidades bancarias establecen unos requisitos concretos a la hora de conceder una hipoteca. Hay que tener en cuenta que los bancos siempre buscan garantías de que recibirán el préstamo hipotecario concedido, además de unos intereses pactados en la firma del contrato con los clientes. Así, las garantías de devolución de la hipoteca marcan los requisitos de cada entidad bancaria.
Uno de los elementos más importantes para los bancos es que la persona contratante de la hipoteca presente una adecuada solvencia económica. Por otra parte, otro de los puntos claves se encuentra en la edad de la persona o personas contratantes de la hipoteca.
Por lo general, las entidades bancarias brindan mayores facilidades para aprobar hipotecas a personas jóvenes que cuentan con una situación financiera sólida. De este modo, estos clientes ofrecen garantías de pago del préstamo hipotecario, incluso cuando se opta por un extenso plazo de amortización.
Edad máxima de solicitud de hipoteca
No existe un límite de edad específico para las hipotecas en España. Sin embargo, la mayoría de los bancos españoles tienen un límite de edad establecido que suelen mantener en sus reglas. Este límite de edad generalmente lo negocia el prestatario cuando surgen otras situaciones.
Así, el límite de edad que establecen las entidades bancarias es que a la finalización del pago del préstamo hipotecario, los clientes tengan como máximo 75 años. Es decir, que la suma de la edad de la persona solicitante y el plazo de devolución no sea superior a 75 años. En algunos casos también se puede llegar hasta los 80 años.
También se puede contemplar otra situación, ya que muchos matrimonios o parejas contratan una hipoteca de forma conjunta. En ese caso, la entidad bancaria siempre tendrá en cuenta la edad de la persona más joven, aplicando el criterio limítrofe que hemos expuesto anteriormente. No obstante, algunos bancos también se guían por el miembro de la pareja que tiene mayores ingresos.
El plazo de amortización en la hipoteca
Un aspecto crucial al solicitar una hipoteca es el plazo del préstamo hipotecario, que también está vinculado al límite de edad establecido por el banco. En este contexto, la entidad financiera especifica que el reembolso del préstamo debe completarse antes de que el cliente alcance los 75 años o la edad predeterminada.
A medida que la persona solicitante de la hipoteca aumenta en edad, se reduce el plazo de amortización propuesto. Esto resulta en cuotas hipotecarias más elevadas en comparación con los solicitantes más jóvenes. No obstante, en casos de sólida solvencia económica, es posible que el banco acceda a otorgar el préstamo hipotecario a individuos de mayor edad.
En consecuencia, los factores determinantes para la aprobación de una hipoteca incluyen la edad límite establecida, que varía según la capacidad financiera de los solicitantes, así como el plazo de amortización acordado entre la entidad bancaria y el cliente.